Queridas familias y
amigos:
12-Enero-2020
Precisamente en este día y con esta fiesta termina el ciclo Litúrgico de
Navidad. Con todo cariño quiero hacerte este regalo: Un simple pensamiento o
Recuerdo sobre el Misterio que el Bautismo encierra. Ha surgido dándole vueltas
en mi cabeza a esa relación entre Dios y Nosotros. Y en la que nos va
además la vida.
Dios ha pedido a María que le prestara su cuerpo con la capacidad de ser
madre y asumir así la carne humana su hijo Jesucristo, naciendo de ella en
Belén. A José le pide humildemente que esté al lado de María como su esposo y
les cuide con cuidados de padre delante de los hombres.
Se van a Belén, "casa del
pan" con alusión clara a la futura Eucaristía.
Dios hizo ver y mover a los Pastores
para que fueran a celebrarlo y aceptaron también la petición ante la ignorancia
e incredulidad del pueblo. Los Magos de oriente guiados por la luz de una
estrella también acudieron a adorar al Niño Dios. Ojalá también nosotros
descubramos la luz de la adoración divina. Lo mismo pasó con la propuesta al
anciano Simeón que acudió al Templo de Jerusalén para la Presentación. El mismo
Egipto le acoge, con sus padres, como fugitivos ante la persecución de Herodes.
Y ahora, en el rio Jordán, Juan el Bautista
se aviene a acogerle, obedecerle y bautizarle, reconociéndole entre la cola de
los pecadores, aunque no lo entienda, porque le dice:"¡Déjalo ahora.
Conviene que así cumplamos toda justicia!". (Mt3.15).
Así al contacto de su carne con el
agua, ésta consiguió el poder de santificar mediante el Sacramento del
Bautismo.
Visto todo esto: propuestas y aceptaciones afirmativas de tantos personajes, ¿vamos tú y yo a no tomarnos en serio los
compromisos bautismales?
Porque la Iglesia ha sido fundada por Jesucristo, quien le ha dado poder a
las aguas de los Baptisterios de las Iglesias del futuro para que también
tuvieran ese poder de santificar bajo la protección del Espíritu Santo, que
"Está a la puerta llamando". (Apoc.3,20) y sugiriéndonos o
pidiéndonos respuestas afirmativas, bajo la vigilancia y cuidado de la santa
Madre Iglesia por El fundada para que hubiera orden en los detalles y dignidad
de lo sagrado.
De aquí, del bautismo, brota el
sentido de la filiación divina que debemos cuidar en nuestras vidas, descubriendo nuevos mediterráneos. Para ello
te recomiendo libros de lectura que puedes bajar, incluso gratuitamente,
entrando, por ejemplo, en la página Opus Dei.org libros. Encontrarás amplia y
variada información.
Ya me dirás si vale la pena o no.
Por favor, llámame, si precisas alguna información complementaria.
Este es el regalito que quería hacerte llegar para celebrar mejor esta
Fiesta Litúrgica del día del Bautismo del Señor. Un cordial saludo.
Simón David Castro Uzal/ sdavidcuzal@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario