Nació el 14/10/1939, en S.Félix de Freixeiro, que es una parroquia cerca de Santa Comba ; tiene mucho mérito esta aldea pues ha dado a la Iglesia varios sacerdotes como D. Celestino Cancela, D. Manuel Allo y D. Antonio Torreira, también varias religiosas, dos de ellas hermanas de D. Manuel Allo.
D. José recibió la ordenación sacerdotal en Santiago el 07/08/1971.
Su primer destino fue Palmeira (Ribeira) de donde tenía
gratos recuerdos y buenas amistades que duraron toda la vida, pues seguía
relacionándose con esas familias. También tenía muy buenos recuerdos de
los sacerdotes de la zona; siempe elogiaba la piedad sincera de la gente de Palmeira , que a él también le ayudó a ser un buen sacerdote.
Después fue destinado a San
Cristobo de Mallón, aunque vivía en Santa Comba.
Pasado el tiempo le fueron añadidas otras parroquias, como Santa María de Alón y otras. En Mallón arregló la casa rectoral que está cerquita de la iglesia y está en muy buenas condiciones de habitabilidad. La iglesia conserva en la sacristía un antiguo retablo en piedra, que merece la pena verlo.
Amaba la gente de estas parroquias y siempre hacía buenos comentarios de la piedad y frecuencia de sacramentos que el fomentaba no sólo en la predicación sino también con su ejemplo, pues le veían en algunas ocasiones confesarse.
También tenía interés por los curas mayores ya jubilados, visitándolos con frecuencia y facilitándoles la comunión y la Unción de enfermos. Era muy atento con ellos pues le interesaba todo lo suyo y los confortaba. A veces tiene llevado a un compañero para que los visitara y les hiciera compañía.
Llevó con paciencia la enfermedad y le cuidó una hermana, que vive con su familia en Freixeiro . Tenía buen carácter , tuvo una buena amistad con los Combonianos que le ayudaron en las parroquias en muchas ocasiones y tuvo siempre interés por sus hermanos sacerdotes. Su propia familia le habló de Dios en los ultimos momentos. Nosotros vamos a Dios pero también Dios está con nosostros. Estas palabras le emocionaron y, al que se las dijo, le dio la mano como en despedida.
Había recibido en su casa la unción de enfermos, la comunión y la bendición papal con la indulgencia plenaria. Gracias a Dios y a la Virgen, recibió la muerte con paz y bien preparado. Que ahora pida por nosotros. Descanse en paz.
Víctor M. Sánchez Lado
Párroco de S.Cayetano
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