La Virgen

 

La presencia de la Virgen en el pensamiento y en la oración de los fieles es grande

Si empezamos por el Papa Francisco vemos en él detalles  de un buen hijo, pues cuando comienza un viaje,  que generalmente suelen ser complicados, se va a encomendar a la Virgen que se  venera en Santa  MARÍA la Mayor de Roma. El titulo es Salus populi romani. Cuando regresa de esos viajes siempre le trae un regalo y le va a dar gracias.

El día de la Inmaculada va solo y con sencillez y  otras  veces acompañado,  a la Plaza de España y allí le reza, mientras los bomberos de Roma le suben una corona de flores para colocar en su brazo.

También es conocido como acudió a la Virgen de Desatanudos,  con motivo de la pandemia (30 de mayo de 2021). Hay una copia de esa imagen alemana,  en los jardines Vaticanos que está a la vista del público y allí va a rezarle.

Muchas cosas se podrían contar de Juan Pablo II y Benedicto XVI en relación con María.

Pero ¿y en la parroquia? ¿Hay devoción a María y hasta donde llega?

En todas las iglesias de la parroquia hay varias imágenes de la Virgen y hay algunas que tienen especial  veneración. Como la Virgen de Belén, la de la Humildad ,  la Virxe da Fonte, Virgen de Guadalupe, Virgen de la Paz y Virgen de la Gracia. Y no dejemos a la Virgen de los Dolores.

Cada una con su historia.

Dentro de unos días  veneraremos con una novena  a la Virgen de la Paz,  en  s. Cayetano, que también  tiene una devoción de hace muchos años.

Los niños concretan su cariño a María con las tres avemarías de la noche y con el escapulario del Carmen cuando hacen la Primera Comunión. En las misas solemos terminar despidiéndonos de María con una salve o con un canto a María. En S. Juan suben los niños a los pies de la Virgen de la Humildad, le cantamos  y luego le enviamos un besazo que resuena en toda la iglesia.

Los jóvenes acuden a la Virgen cuando tienen exámenes para que les ayude. Yo les encomiendo para que elijan bien su noviazgo y para que no se rindan ante sus fallos.

Veo gente mayor que cree en los milagros que sigue haciendo María y que recomiendan a otros,   ir a la Virgen a pedirle.

Y me quedan los ancianos (no todos) que cuando les pregunto sobre su cariño  a la Virgen sacan la cadena del cuello con seis o siete medallas de María y de los santos, que son como un pararrayos que les defiende.

Luego está el Rosario, que se rezza en tantas iglesias y en algunas familias,  las estampas de laVirgen en la cartera, las miradas a las imagenes de laVirgen que hay en edificios religiosos  etc.

Ojalá lleguen al corazón estas y otras maneras de entender el amor a María, que no sea algo externo pues ella es madre, sabe de amor sincero y nos entiende.