En la Biblia, concretamente en Proverbios, uno de los libros del Antiguo Testamento, el Señor nos regala hermosos tesoros llenos de profunda sabiduría y belleza. Curiosamente, uno de los consejos que más se repiten allí es el de cuidar la lengua o saber callar.
A continuación, queremos compartir contigo algunos versículos bíblicos que nos muestran la importancia de medir nuestras palabras, pues el silencio es el principio de la sabiduría, y la habladuría es la fuente de muchos males:
“Donde abundan las palabras nunca falta el pecado, el que refrena sus labios es un hombre precavido”. (Proverbios 10:19) “El que vigila su boca protege su vida, el que abre demasiado sus labios acaba en la ruina”. (Proverbios 13:3) ;El que guarda su boca y su lengua guarda su vida de las angustias;. (Proverbios 21:23)
Por un lado, las Escrituras nos enseñan que el sabio habla con sabiduría, pero también nos muestra que al guardar silencio podemos ser considerados como sabios:
“Hasta el necio, si calla, puede pasar por sabio, y por inteligente, si cierra los labios”. (Proverbios 17:28) ;El que mide sus palabras es un hombre que sabe, y el que mantiene su sangre fría es inteligente; (Proverbios 17:27). “El insensato da libre curso a su mal humor, pero el sabio lo refrena y apacigua”. (Proverbios 29, 11)
En este orden de ideas, estamos invitados a imitar a los sabios con un sencillo gesto: ¡guardando silencio!, especialmente en esta era saturada de redes sociales, comentarios, testimonios y opiniones sobre temas diversos, y en ocasiones muy banales que causan mucho ruido interior.
De hecho, es necesario recordar que la Biblia nos enseña que el silencio no es ausencia, sino un espacio donde podemos tener un encuentro, con Dios, con el otro y con nosotros mismos. Así que…Shhh… respiremos profundo, cerremos nuestras bocas, y disfrutemos las ventajas de guardar silencio.
Escrito por: Alice Ollivier de Hozana.org
-Traducido y adaptado del francés por Sharael Sánchez
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