La experiencia mariana

 

Pasando por delante de la hermosa imagen de la Virgen  que hay en la fachada del convento del Carmen, hay mucha gente que la mira, o que hace la señal de la cruz. Otros no dicen ni hacen nada pero seguramente hay un recuerdo  interior al pasar.

Una persona me contó que, al pasar hace poco,  hizo esta sencilla oración: “mírame María en este día”. Luego siguió caminando y durante el día sintió la mirada de María, que le fortaleció en sus trabajos.

Hay un tradición de los primeros siglos en donde se dice que la Virgen María afirma que no está en el sagrario, “allí está mi Hijo”, pero dice que ella nos mira desde sus imágenes. Quizá es por eso que algunos, quizá enamorados, dicen que lo experimentan en su vida.

Este mes de mayo que se avecina, tendremos de nuevo la ocasión de hacer la experiencia de María pues además  de las imágenes de la Virgen que encontremos en nuestro camino, vendrá a vernos la imagen peregrina de Fátima y estará un mes en Santiago, todo el mes de mayo. Estará en el Carmen, en la catedral, en las Ánimas  y en  las parroquias de la Ciudad.

Podemos aprovechar la petición que la Virgen hizo en Rianxo a Sor Lucia en unos días de descanso  en la casa de una amiga en ese pueblo de Galicia. Era el 29 de agosto de 1931, Jesús se aparece a Lucia la vidente de Fátima y le pide que rece y divulgue esta letanía:

Inmaculado corazón de María,

Sed la salvación de Rusia

España, Europa y el mundo entero.

En Galicia hay muchos recordatorios de la presencia de María, aparte de los muchos santuarios marianos,  están los cruceros que por un lado está Cristo crucificado y, por el otro, está también María. Ojalá  no pasemos con indiferencia. Al  menos dirijámosle una mirada de agradecimiento.