Uno de estos días pasados, caminando por Pastoriza me saludó un señor que iba a tomar unos vinos y me dijo este refrán de su tierra (cerca de Sigüeiro): San Miguel das uvas, tarde ves e pouco duras. No me dijo la interpretación actual, pero se ve, en ese refrán, que la fiesta de San Miguel es una fiesta esperada y querida.
El día 29 de septiembre se celebra al arcángel San Miguel, que es una devoción arraigada en Santiago, en parte porque hay una parroquia dedicada al santo y por estar su imagen en muchas iglesias.
A esta devoción han colaborado los vecinos del Crucero de la Coruña que han mantenido la procesión y la misa, a la vez que las fiestas, desde hace muchos años y sin interrupción.
Cuando se fundó la parroquia en el año 1970 ya se hacía esta fiesta y se siguió haciendo con constancia. El cardenal Quiroga había dicho a los nuevos párrocos que conservaran las costumbres y así se hizo.
Esta semana debiéramos rezar con más intensidad as S. Miguel preparando la fiesta y encomendando la parroquia y especialmente el Crucero, en donde tendrá lugar el final de la procesión y la Santa Misa.
La devoción a San Miguel se fundamenta en la Biblia y en la incorporación de su fiesta a la oración de la Iglesia, a la liturgia, y la fe de la Iglesia se manifiesta en su oración.
Del enemigo malo defiéndeme, …le pedimos sabiendo de nuestra debilidad y de la eficacia del arcángel contra las asechanzas del demonio, y, cuando pase su fiesta, sigamos acudiendo a su protección durante todo el año.
VMSL
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