lunes, 6 de abril de 2020

Echo de menos los templos abiertos y visitables



Ahora. a causa de la pandemia,  casi todos los templos están cerrados y, al no poder ir,  lo suplimos con hacer de nuestra casa o de nuestra habitación,  un templo.

Muchas personas tienen en sus casas imágenes de santos o de la Virgen y el crucifijo. Aunque la cruz tuvo un bajón en el pueblo.


 Sí, se ven cruces o cruceros en nuestras calles y caminos, en las iglesias, pero hay algunos que tiene deseos de que desaparezcan de nuestra mirada.

 Y sin embargo que bueno es mirar la cruz, con calma, sin prisas, viendo en ella las huellas del pecado y al mismo tiempo la salvación del mismo, a los que se arrepienten y con humildad lo reconocen.

Pero, viniendo a lo primero, las iglesias nos ayudan, y mucho, a rezar; son lugares de oración,  de encuentro con Dios, nos ayudan a escuchar la palabra de Dios, en ellas todo  nos habla de Dios, hasta las piedras y nos ayudan a encontrarnos con Jesús y con los hermanos.. por eso amo las iglesias.
Conocí un traumatólogo de Santiago que le encantaba ir a la catedral, pero a lo hora en que se iba a cerrar , la gente marchaba y quedaba todo en un gran silencio. Aquel silencio le ayudaba a este médico a encontrase a solas con Dios, y así me lo comentaba.

Iglesia de S.Juan, un día de fiesta.
Las catedrales, pero también las iglesias fueron hechas con mucho amor y sacrificio. Cada piedra es una oración y cada ladrillo mira a Dios.

Las torres nos indican el Cielo  a donde estamos llamados. Son como un dedo , diciéndonos: mira para arriba.

La catedral de Santiago destaca por ser un lugar  propicio a la oración. No es un lugar sólo de curiosidad o de arte. Es de oración.

 Cuantas  veces he vista a gente arrodillada en los bancos, recogida y en silencio, haciendo oración. Mucho tiempo antes de las misas ya hay allí gente en oración.

Es cierto que también pasan turistas o amigos del arte, pero desde luego muchos  peregrinos que cuando llegan después de varias jornadas caminando, no pueden contener su emoción y lloran si pudor alguno.

Luego si se recorre con calma  la catedral, se encuentra no solo el famoso Pórtico de la Gloria que es fruto de la teología y la expresa en sus imágenes , también hay capillas que envían  su mensaje propio,  como la del Cristo de Burgos en donde aparece además del Cristo en la Cruz,  un san Pedro y el gallo que le recuerda su debilidad, o la capilla de la Comunión con tanta historia en donde se plasman en imágenes las virtudes que se refieren a Dios: la fe , la esperanza y la caridad.

 Allí está  el Señor que es  acompañado con la adoración durante el día.

Hay otras muchas capillas cada una con su encanto y mensaje. Pero podíamos decir que no se puede marchar sin bajar a la cripta,  en donde está la urna con los restos del apóstol Santiago y sus  discípulos, también santos,  que son Anastasio y Teodoro. Uno  sabía latín y otro griego y eran sus traductores en las diversas comunidades por donde pasaba Santiago en su anuncio de la buena Noticia de Cristo.

Siento un gran deseo de volver a las iglesias y entrar rezar y dejarme envolver por el mensaje de cada una de ellas.

1 comentario:

  1. Una de las cosas que peor llevo del confinamiento es no poder ir a la iglesia. No por escuchar la Eucaristía, pero por sentir esa paz que no se alcanza en ningún otro lugar. Me encanta parar y entrar en las iglesias cuando paseo, cuando voy a trabajar, cuando salgo a algún recado... cinco minutos, en silencio y soledad... Esa paz no puedo encontrarla en casa.

    ResponderEliminar