Os hago algunas reflexiones que a mi me sirven.
1.- es de notar que cuando la persona se da todos los gustos, el alma está triste y embotada. En cambio cuando nos mortificamos, aunque sean cosas pequeñas, retorna la alegría y estamos vibrantes.
2.- la mortificación ha de ser la mortificación de un hijo de Dios , que le ha ofendido y ha sido muchas veces mal hijo, pero que quiere volver -limpio- a los brazos del Padre que lo espera.
Santo Cristo de esta parroquia, que el viernes Santo se adorna de flores queriendo significar en cada flor a cada uno de nosotros, como fruto de la Santa Cruz |
4.-necesito estar encendido y para ello he de pedir al Señor ese fuego que vino a traer a la tierra y que El tiene. Encenderme con jaculatorias y pequeñas mortificaciones. Vivir el niégate a ti mismo y cogerme de la mano del Señor para que me contagie.
Ser incendiario, no bombero
Ser una zarza ardiendo como la de Moisés, que arde sin consumirse porque allí está Dios.
5-Cristo en la Cruz es el retrato de como debería estar yo por mis pecados. Yo soy el pecador, pero Él paga mi pecado. Yo merecía la cruz pero la llevó Él.
6.-El niño alegre. Me encontré con un niño especialmente alegre. Sonreía con lo ojos, con los mofletes, con los labios. Sencillo, sincero, hijo de Dios. Querido por Dios. Así nos quiere Dios. Hazme como ese niño. Que sepa regalar una sonrisa aun en medio de mis pequeños sufrimientos.