lunes, 19 de enero de 2015

En el santuario del Corpiño




Este domingo por la tarde fui con un amigo al santuario mariano del Corpiño. Nuestra intención era unirnos a la petición por la santidad de la familia en este año de la familia.

La  Iglesia con la ayuda de la Virgen salvará a la familia y la familia salvará al mundo.
El día estaba desabrido. Lluvia, niebla y frio. Llegamos al Corpiño a las 5 de la tarde y pudimos ver el santuario rodeado de coches y casi sin sitio para aparcar a pesar de sus grandes aparcamientos.

Entramos y llevamos una grata sorpresa. Había un  grupo de unos 40 jóvenes de entre 16-18 años ensayando cantos a la orden de otro joven con guitarra que  no era sacerdote. Me pareció milagroso que  pudieran reunirlos allí y a esa hora. Pregunté y me dijeron que eran jóvenes de la comarca que se estaban preparando para la confirmación. El párroco no estaba y me dijeron que estaba en Israel.


Al poco rato llegó un autobús con gente mayor. Entraron,  se acercaron a la imagen de la Virgen  por un lateral y luego se pusieron en los bancos esperando la hora de la Misa.

Mientras, mi amigo y yo, detrás de una columna,  nos pusimos a rezar el rosario con el fondo musical y con las visitas que nos distraían.

La misa la hay todos los días y siempre se llena la iglesia aunque no sea  un día especial.

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