Le conocí cuando él estaba en Brens y yo estaba de coadjutor en Corcubión. Luego, comencé de nuevo a hablar con él en los retiros de Cerdedo a los que asistía siempre e incluso, cuando no podia, iba a saludar a los compañeros.
Tenía mucho mérito, pues aunque era mayor (nació en 1928), seguía en activo y hacía planes y atendía a tres parroquias. Sin embargo no se daba importancia y para él Todo estaba bien, como me comentó un amigo suyo. Es decir, estaba en plan de colaborar siempre.
Se llevaba muy bien con todos y de un modo especial con los compañeros sacerdotes. En los retiros se interesaba por todos, daba sus opiniones sobre la pastoral, pues tenía una gran experiencia y se hacía querer.
Cuando cumplió 50 años de sacerdote le hizo una entrevista la Voz de Galicia en donde, con pocas palabras, explica muy bien su biografía. Esta es la entrevista:
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- ROCÍO GARCÍA
- A ESTRADA
Hace cincuenta años, Casimiro Valiñas, un joven de la parroquia cerdedense de Santa Eulalia de Castro, iniciaba por estas fechas su carrera como sacerdote.
-¿Recuerda el día de su ordenación?
-Fue un 31 de mayo del año 1952. Nos ordenamos en un congreso eucarístico en Barcelona. Fue impresionante, porque fuimos ordenados a la vez mil sacerdotes de toda España, en el estadio de Montjuic.
-¿Dónde comenzó su carrera como sacerdote?
-Empecé de coadjutor en A Estrada y después estuve en Brens (Cee) hasta el año 67, que empecé a trabajar en la Armada. Estuve en la Marina desde el 67 hasta el año 86.
-¿Qué le animó a hacerse cura castrense?
-Conocía a gente del cuerpo que veraneaba cerca de mi y ahí empezaron las conexiones.
-¿Qué recuerda de aquella etapa?
-Durante aquella época estuve destinado en Ferrol, en Palma de Mallorca, en Madrid y volví de nuevo a Ferrol. Estuve tres años en un barco y dos en un hospital.
-Después volvió a sus orígenes...
-A los 58 años me retiré de la marina y volví a Cerdedo. Aquí soy el mejor párraco y el peor, porque no hay otro. Oficio misas en Castro, Pedre y Tomonde todos los días, pero el día que yo falte, aquí sólo se podrá oficiar misa una vez al mes, y ya sería bastante.
-¿Faltan sacerdotes?
-Ahora hay menos sacerdotes que nunca y esta zona está casi despoblada. En Pedre sólo hay 114 personas...
-¿Qué ha cambiado en el sacerdocio en los últimos cincuenta años?
-Muchas cosas. A principios de los sesenta se celebró el Conciclio Vaticano II. Hasta esa época, las misas se oficiaban en latín. La primera que yo oficié en castellano fue en el año 67, en Cinco Casas, un pueblo de La Mancha dónde yo tenía familia. Fui a pasar allí unos días y oficié mi primera misa en castellano. Pero también cambiaron más cosas. Por ejemplo, el atuendo. Hasta esa época los sacerdotes vestían siempre de sotana, pero la sotana estaba mal vista para salir a la calle y siempre había que poner algo por encima.
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