El bautismo es también una pascua, salir de la esclavitud de Egipto, del pecado, e ir a la tierra prometida, al cielo, pues, al ser bautizado el hombre, se convierte en un cielo.
En S.Cayetano hubo un bautizo de una niña, María Benedetta, hija de padres italianos y el Sr. Arzobispo bautizó a dos adultos en la iglesia de S. Francisco. Uno de ellos es de Noya y se llama Alejandro.
Andrea y Daniela , con toda su prole. |
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