Hace unos días fui a visitar a una señora mayor, pasa algo
de los 90, y me contó que quiso votar por
correo el último día del plazo.
Las personas que la cuidan, gente joven, le dijeron
que todo estaba cerrado pues era Jueves
Santo.
Pero ella insistió, pues decía que el plazo terminaba el
jueves fuera o no Jueves Santo.
"Hay que pensar las cosas, si no la cabeza se apolilla", me
dijo, y al fin les convenció de llevarla
a Correos y efectivamente estaba abierto y pudo votar.
Yo le dije que ella sí
que no tenía la cabeza apolillada a fuerza de pensar lo que ocurre a su alrededor,
pues no comulga con ruedas de molino, ve, oye y piensa. Qué grande es pensar!!!
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