Este es el título de un libro de 80 pgs. que escribió en el 2019, D.
Simón David Castro Uzal, hasta hace poco párroco de S. Pedro de Visma en A Coruña. Es su itinerario desde niño en
Boqueixon , su aldea natal, hasta el
momento actual en que ya se ha retirado de la labor pastoral.
Nos despierta tocando las campanas. |
Cuenta con detalle su infancia hablando de sus maestros , de
su familia y de cómo era esa escuela familiar que le inculcó sabios principios.
Cita muchos nombres, con bastante detalle en cuanto a fechas
o cargos que tenían. Es una oportunidad
de encomendarles.
Recuerda a muchos de ellos entre los cuales cita a D.
Francisco Iglesias Arnejo que fue cura de Boqueixón y lo considera como su
maestro en la pastoral. Pero tiene muchas más citas de personas que se
relacionaron con su vida.
Luego va recorriendo sus diversas labores pastorales: S.
Pedro de Mezonzo, Seminario Menor, San Martiño de Oleiros, las EFAS, San Pedro
de Présaras y Santa María de Vilariño y por último san Pedro de Visma.
De todos esos lugares
donde estuvo nos cuenta su aventura pastoral, de la mejora de las personas,
las obras en los templos, su colaboración o promoción de mejoras sociales…
cuenta sus apuros económicos, sus logros en algunas iniciativas y también sus
intentos frustrados.
De cuando en cuando, salen criterios como puntos de luz que iluminan
el quehacer pastoral y que los transmite con sencillez. Pongo algún ejemplo: la parroquia no es sólo una institución de
servicios sino también de proyectos,
o hace ver la necesidad de hablar y preguntar porque o que pregunta non erra, es decir, siempre hay que pedir consejo. También habla de la importancia de la familia que forma en la responsabilidad, buena conciencia y sobre el
valor del trabajo…
Fue una audacia la construcción de la confortable casa rectoral en S. Pedro de Visma,
que fue bendecida por el Sr. Arzobispo
el 22/9/2006. Pero también otras muchas obras.
Cuenta con detalle el iter de la Obra de la Señora y su colaboración
con la misma y cita a personas que le
ayudaron como el equipo de cáritas y otros.
Al final se descubre el corazón sacerdotal de D. Simón, que quiere ayudar, con su experiencia
de Dios, a llevar una vida cristiana
auténtica.
Este libro hay que releerlo desde la oración, encomendado a los sacerdotes de todo el mundo
que tienen sus dificultades y luchas, y por los seglares para que cuiden su fe y no se crucen de brazos a la
hora de echar una mano en las parroquias. Todos bautizados y enviados.
Víctor Manuel Sánchez Lado
D. Simón que Dios nuestro señor le bendiga mucho. Su labor pastoral en esta parroquia fue la mejor de toda región. Cuando llegó estaba la Iglesia y el cementerio en ruinas, y usted las ha convertido en un lugar agradable para el culto y dignidad para nuestros difuntos.
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