Hoy 27 de abril de 2021 y a los 93 años y 8 meses ha fallecido una luz que ha alumbrado a una familia compuesta por 5 hijos y 4 hijas 16 niet@s y 6 bisniet@s y a todas las personas que tuvieron el placer de cruzarse en su camino.
Maria del Carmen Velasco Zuazabal.
Madre. Abuela y Bisabuela abnegada de la vieja escuela, que ha intentado adaptarse a los cambios políticos, generacionales y económicos.
Vasca con todos sus apellidos y fuerte como un roble centenario.
Hoy ha fallecido nuestra madre y quienes tuvimos la suerte de conocerla y admirarla perdemos una señal en nuestros caminos.
Decidió, por avatares del camino, terminar sus días en Santiago de Compostela, en su segunda casa y en un año jubilar, rodeada de su familia.
Ha cruzado países internacionales aportando con su sabiduría popular de más de 200 refranes españoles y su empatia e inteligencia emocional.
Ha superado una guerra mundial, una guerra civil, ataques terroristas, pandemias y otras catástrofes mundiales.
Hoy disfruta del descanso del guerrero tras el fin de una guerra.
En una noche de luna llena rosada se apaga una estrella del firmamento. Ojalá sea capaz de transformar su energía positiva y compense la energía negativa del universo.
Hoy en el ajedrez de la vida nuestra dama blanca ha caído.
Se le ha vestido en su última cena con la túnica de los neocatecumenales que han realizado el camino de más de 20 años y estamos todos los que conocemos su esencia completamente seguros y convencidos de ello que se encuentra sentada cerca de Dios, velando y rezando por nosotros en forma de ángel o hada.
Su camino y nuestro camino es el mismo y compartimos el mismo destino. El paraíso donde se encuentra la felicidad constante y atemporal.
Madre. Abuela y Bisabuela. Descansa en paz y cuida de nosotros desde el más allá.
Familia Pinto Velasco
Nota:
Esta breve reseña la escribió uno de sus hijos en nombre de los demás familiares.Todos le llemábamos cariñósamente, Menchu, Vivia en esta parroquia, en C/ Mallou de Arriba, y pude visitarla en varias ocasiones.
Era una enamorada de su familia y también enamorada de su vocación de casada y de la llamada al Camino Neocartecumenal. Incluso dedicó, ya viuda, varios años a ayudar en un seminario Redentoris Mater en México.
Dos o tres días antes de fallecer recibió la Unción de enfermos y el Santo Viático junto con la bendición del Papa que la reconfortó. Descanse en paz y que pida por nosotros.
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