La Santa Misa fue a las 9 de la mañana y los sacerdotes le esperaban con
ilusión y agradecimiento. El director, D.Ricardo Viqueira, le esperaba a la puerta del oratorio.
La homilía de Mons. Prieto, fue corta pero contundente. Entre otras cosas dijo que Cristo no ofreció alguna cosa por nosotros, sino que se ofreció a sí mismo. Ese es el amor más grande.
Viene también como el que sirve, y en la Eucaristía celebramos esa memoria viva de su entrega.
Luego se refirió a los sacerdotes que le representamos de un
modo especial en la Misa y nos dijo que nuestro ministerio es misión y un
servicio a Dios y a los demás y nuestro sacerdocio y, de un modo especial , la
santa Misa, ha de ser también una
entrega personal como la de Jesús.
Concelebaramos casi todos los residentes y estaban a su lado D. Ricardo Viqueira y D. Enrique Redondo Mella, antiguo párroco de Laxe. Hicieron las lecturas de la Misa D.Jaime López Ramón y D. Luis Alfredo Díaz.
Al terminar la misa y la Acción de gracias fuimos al
desayuno, en donde Mons. Francisco José, fue saludando a todos y luego visitó a algunos enfermos de la casa a quienes llevó ánimo y consuelo.
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