Viendo belenes

 

Estuve viendo belenes especialmente los hechos en las  parroquias de S. Cayetano y S. Juan. Hubo un pequeño equipo de mujeres tanto en S. Cayetano como en S. Juan que los organizaron. Hay que agradecer su interés y su imaginación.

Hoy voy a comentar el de S. Cayetano. En la sala de exposiciones hay más de 30 belenes de muchos países del mundo,  especialmente de  países de América, pero también los hay de Bangladés, Mozambique, Portugal, Palestina etc.

Pero este año me llamó la atención un belén, hecho con imaginación y quizá con un poco de malicia de la buena, en donde aparece la iglesia parroquial bien definida y el Niño que está fuera, en la puerta, y además solo. Cuando lo vi me puse a pensar qué mensaje nos podría estar enviando.

La primera sensación es que lo habían echado a la calle, fuera del templo. Quizá eso sea realidad en  bautizados que lo han tenido en su alma pero luego lo echan con el pecado mortal y se queda fuera, seguramente esperando que lo acojan de nuevo. El alma se queda sin Dios, es un templo vacío en donde el amo es el demonio. El Señor espera,  para bien y salvación de esa alma. Eperemos que se decida a abrir de par en par sus puertas. En la Biblia,en el Cantar de losCantares se dice algo que viene al caso: "·oigo a mi amado que llama a la puerta".

La segunda reflexión fue  que  el Niño dijo: No venís adentro, pues yo salgo fuera  y así no tenéis más remedio que verme. Esa puede ser una interpretación: sale a buscarnos, como dice la liturgia a través de los hombres y de los acontecimientos.

Luego me acordé de un villancico cuya letra dice:

Madre en la puerta hay un Niño

Más hermoso que el sol bello

Preciso es que tenga frio

Pues viene medio en cueros:

Pues dile que entre

Se calentará porque en esta tierra

Ya no hay caridad.

Según eso,  el Niño viene y pide acogida. Algo así hace con el templo (¿quizá vacío  ¿)  que somos cada uno de nosotros. Quiere entrar y… no le abrimos. No hay caridad. Si embargo hay una llamada a abrir, vale la pena hacerlo cuanto antes.

 Y por último,  ¿ cómo es que está  solo?. Donde están sus amigos;  ni José,  ni María, ni los pastores. Tal vez están los ángeles llenos de asombro por lo que arriesga por nosotros los hombres y por nuestra salvación. 

Anímate a hacer de S. José o de María o de  humilde pastor y ponte a su lado, hazle compañia y dale conversación.