Pues eso me pasó a mi, hace pocos días.
Tenía mucha gente en la misa, era la misa de los niños, en que , gracias a Dios, la iglesia estaba llena y no tenía quien me ayudara a dar la comunión. Por ser muchos los que comulgan se haría la Misa demasiado larga ; aunque yo sea corto en las homilías, pero los cantos , moniciones, la paz etc. la hacen bastante larga.
En la Primera comunión de José Santiago de Paz y su hermana |
Entonces llamé por el altavoz a una señora, por su nombre; ella trabaja en el catecismo y le pedí que diera la comunión. Yo sabía que en vacaciones la había dado en otra parroquia pero nunca la dio ante sus conocidos. Quizá miraba con envidia a los que la daban habitualmente: un señor de la parroquia -Paco- y una chica de Guatemala -Fidelia-que es ministra de la comunión.
Le puse el copón en sus manos y, a un lado del presbiterio, se dispuso a dar la comunión; cuando terminó se acercó para entregarme el copón y no pudo aguantar más, ni esperar, y, me dijo, llena de santa emoción: Vengo del Cielo. Luego se lo fue diciendo a todos los que encontraba en su camino, tanta era la alegría de dar al Señor.
Ciertamente en el Cielo tendremos al Señor muy cerca, seremos sus amigos y nos gozaremos de que sea amigo de los demás.
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