Durante el mes de mayo puse delante de la imagen de la
Virgen una hucha y al lado unos papeles con un bolígrafo para
escribir oraciones o peticiones a la Virgen.
En Santiago hay cierta tradición de esta costumbre por ejemplo en el Cristo de la
oración del huerto en la catedral y también el sepulcro del Apóstol.
Este año lo hicimos en la parroquia, y al terminar el mes de
mayo, recogí todas las peticiones y las
fui leyendo a ver qué es lo que pedían a la Virgen. Había bastantes de los
niños y algunas de la gente mayor. Se nota
por la caligrafía y el estilo al redactar.
Los niños hicieron
bonitas peticiones como uno que pide para su catequista que la Virgen la haga santa. Se lo comenté a
la catequista objeto de la petición, que se alegró y me dio una repuesta con sabiduría. Me dijo que
hacía muchos años que le pidió a Dios el ser santa, pero que prefería no
darse cuenta.
Otro , también un niño, dice: Por
favor ,María, quiéreme más cada día. Manifiesta la necesidad de ser
querido y ,pienso yo, que por parte de María no le va a faltar. Otro pide buena suerte, otro
por su padre enfermo o su madre. Hay uno que es el comienzo de un poeta pues
dice: Madre mía yo te quiero tanto que quiero quererte más cada día. Otro le
echa un bonito piropo: Virgen
María la más hermosa, ruega a Dios por
nosotros. Todo esto con muchas faltas de ortografía que le dan más ingenuidad a
los escritos y es un certificado de autenticidad.
Otro niño se acuerda de los exámenes y le dice a la
Virgen: Para que me ilumines y me des
fuerzas para los exámenes y cuides a mi familia.
Los mayores ya hacen peticiones más pensadas y académicas
pero desde luego muy hermosas. Y por último también había una petición en
inglés.
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