Esto es lo
que deseo de todo corazón a los feligreses y amigos de S. Juan y S. Cayetano: que haya
encuentro con Jesús, primero en la Eucaristía, luego también en las personas y
en los acontecimientos.
Decir Feliz
Navidad es en realidad decir feliz Eucaristía, pues ahí, en la Eucaristía, es
real y fácil nuestro encuentro con Jesús en donde se hace tan cercano. Humilde en Belén, humilde en la cruz
pero más humilde en la Eucaristía (S. Josemaría).
¡Qué buena oportunidad para hacer las paces y de
renovar la amistad con parientes, amigos y vecinos!.