«Murieron perdonando a sus verdugos»
Beatificadas 124 víctimas del odio anticlerical republicano entre 1936 y 1938
«La mayoría de estos mártires son sacerdotes generalmente dedicados a la actividad pastoral y didáctica. Fieles laicos que fueron encarcelados o bárbaramente torturados y asesinados por el simple hecho de ser sacerdotes o cristianos comprometidos con la fe»
(InfoCatólica) La catedral de Jaén ha acogido este sábado la solemne ceremonia de beatificación de 124 mártires españoles asesinados por odio a la fe entre 1936 y 1938 durante la Guerra Civil. El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, ha presidido la misa como representante del Papa quien aprobó el martirio el pasado 20 de junio en el primero de su pontificado.
Los nuevos beatos comprenden 109 sacerdotes, una religiosa clarisa y 14 laicos que fueron asesinados por las fuerzas republicanas tras negarse a renegar de su fe. «Los curas fueron asesinados solo y exclusivamente por ser sacerdotes. Los laicos fueron asesinados porque veían en ellos el reflejo de la comunidad eclesial», ha explicado el sacerdote Andrés Nájera, vicepostulador de la causa de beatificación.
Una persecución sistemática contra la Iglesia
Según ha detallado Nájera antes de la proclamación, la persecución religiosa se extendió por toda la diócesis jienense, exceptuando algunos pueblos. «La mayoría de estos mártires son sacerdotes generalmente dedicados a la actividad pastoral y didáctica. Fieles laicos que fueron encarcelados o bárbaramente torturados y asesinados por el simple hecho de ser sacerdotes o cristianos comprometidos con la fe», ha indicado.
Entre los beatificados destaca don Manuel Izquierdo Izquierdo, el de mayor edad con 83 años cuando fue arrestado, hostigado y asesinado el 28 de septiembre de 1936, y Eduardo Infante del Castillo, presidente de la Juventud de Acción Católica, que fue asesinado con tan solo 20 años.
El vicepostulador ha recordado que durante la Guerra Civil hubo numerosos incendios y destrucción de iglesias, capillas, monumentos religiosos, archivos e imágenes sagradas, además de «asesinatos sumarios sin una pálida sombra de justicia y legalidad».
«Murieron perdonando a sus verdugos»
Durante la homilía, el cardenal Semeraro ha subrayado la «providencial coincidencia» de esta beatificación con el Año Jubilar 2025 dedicado a la virtud de la esperanza. Ha recordado las palabras del obispo de Jaén, Sebastián Chico, en su carta pastoral: «No fueron héroes, humanamente hablando, ni luchadores teológicos, ni caídos en una guerra de intereses terrenales. Su única arma fue el amor y murieron perdonando a sus verdugos. Este perdón martirial es el fruto más sublime de la esperanza que no se rinde ante el mal».
El prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos ha parafraseado también al Papa Benedicto XVI y su encíclica Spe salvi, destacando la importancia de «sufrir con el otro, por los otros» y que «sufrir a causa del amor y con el fin de convertirse en una persona que ama verdaderamente son elementos fundamentales de la humanidad cuya pérdida destruiría al hombre mismo».
Un testimonio de fe para la historia
Semeraro ha asegurado que «los mártires beatificados hoy son, sin duda, un modelo de cristianismo», explicando que el martirio es «el testimonio más elevado de la fe cristiana, porque encarna el amor total a Cristo y a los hermanos, transformando su sufrimiento en redención y la sangre en semilla de evangelización».
La ceremonia, que ha congregado a más de 2.000 fieles en la catedral de la Asunción, ha contado con la presencia de familiares de los mártires, incluyendo hijos, nietos, hermanos, sobrinos e incluso tataranietos. También han asistido el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Jaén, Jesús Estrella, y numerosos alcaldes de los pueblos de origen de los beatos.
España, tierra de mártires del siglo XX
Con la incorporación de estos 124 nuevos beatos, el número de mártires del siglo XX en España reconocidos por la Iglesia católica asciende a 2.254, de los cuales 11 han sido canonizados. La beatificación ha estado concelebrada por una veintena de obispos, entre ellos el titular de Jaén y los dos eméritos, Amadeo Rodríguez Magro y Ramón del Hoyo, junto a más de 150 sacerdotes.
El obispo Chico ha concluido la ceremonia destacando que «hoy se ha escrito una nueva página en la historia eclesial de nuestra Diócesis jienense», dirigiéndose especialmente a las familias presentes: «Vuestras casas fueron los primeros santuarios donde prendió la semilla de la fe que hoy contemplamos florecida en el martirio».
Un mensaje de reconciliación
El prelado jienense ha subrayado que la sangre de estos 124 nuevos mártires, «derramada en nuestra tierra, es hoy semilla de reconciliación, de perdón, de unidad, de paz. Nos invitan a mirar al pasado sin rencor, al presente sin miedo y al futuro sin desesperanza».
Nájera ha concluido que estos nuevos mártires son «ejemplo de coherencia y perseverancia heroica en la fe y en el servicio a los demás. Por su muerte por amor a Cristo y defendiendo su fe con fervor, muestran al mundo que la ofrenda de su vida es fecunda y produce inmenso fruto a lo largo de los años de la historia humana».
11 comentarios
Como esos dos asturianos mineros, casados y padres de cinco hijos cada uno, que les apresaron por ser católicos y les dijeron que dónde querían morir, y pidieron morir en su querida iglesia donde fueron bautizados: les degollaron y recogieron su sangre en calderos para "hacer luego morcillas y dárselas a los fascistas" que estaban encarcelados, y después les descuartizaron: un año después encontraron sus restos intactos y flexibles.
Lo publiqué en el año 2010 en uno de mis blogs gratuitos dedicado a la Guerra Civil española 1934-1939, y en el año 2023 dejé de publicar.
9 DE JUNIO DE 2010
PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 1934-1939: MÁRTIRES SEGLARES BEATIFICADOS
angelmanuel-gonzalezfernandez.blogspot com
...
Lo extraño, incomprensible, es que no hay ninguna recopilación oficial de todos los mártires con abundante información. Esto lo he estado viendo en Cataluña: sin información, olvido, mientras se extiende una falsa memoria histórica y democrática.
Si la Iglesia no lo hace, que debería de hacerlo, esto significa que hay obvio pecado en la Jerarquía, pecado social muy grave de omisión culposa, por olvidar a través de la vía de la inacción las biografías de los mártires que nos beneficiaron con su sangre y más a la jerarquía, que es la que depende de los laicos en su participación y donaciones.
Este absoluto desinterés, en mi opinión, solamente la veo posible racional y logicamente si responde o bien a un absoluto irresponsable desinterés, o bien a una presión interna para que no se informe, debido a que una parte de la jerarquía tiene concomitancias con las izquierdas, pues hacer un martiriológico completo con toda la biografía y formas de muerte, muchas crueles y cruentas, implicaría según estas mentes retorcidas, el justificar el alzamiento militar de Franco, Mola y Sanjurjo, si para otros que la represión sólo se limitó a la jerarquía y no al pueblo fiel.
Aún hoy a 2025, hay un doble olvido: el que intentaron los republicanos en su tiempo para borrar y planchar y trinchar a la iglesia con su genocidio biológico y cultural,
y el segundo olvido de 1977 a 2025, por el qu
En España entera debería resonar esta canonización que pasa prácticamente inadvertida para la gran mayoría de la población.
¿ Quienes son los héroes ? Los héroes son los santos diría San Damián de Molokai
En la guerra civil de España, que tan falsamente cuentan fuera de nuestras fronteras, hubo más mártires que en la Roma de los primeros cristianos, más que en la época comunista de Europa, y más que en la Vendeé en Francia.
10.500 religiosos, religiosas, obispos, sacerdotes...Solo por su fe en Cristo y de todos éstos, ni una sola apostasía..
Además de muchos miles de laicos comprometidos y de otros simplemente por ir a misa o llevar un crucifijo.
Por eso cuando la gente inculta de nuestro país y de otros países y tambíén los malvados cuentan esa cadena de mentiras falseando todo; habría que decirles que consulten no solo los archivos oficiales de España, sino los de Roma, los del Vaticano, haber si les entra algo de cultura y de cordura en sus confundidas cabezas.
Es cierto que en España, aún no se sabe bien las cifras de mártires asesinados por odio a la religión, pero lo peor de todo es que no hayamos aprendido nada de lo que llevó a aquella locura.
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