Fuimos varios sacerdotes a la Virgen del Corpiño en romería para pedir por la familia.
Alli rezamos un rosario al que se unieron varias famlias que deambulaban por la iglesia. Al final le cantamos una Salve Regina a la Virgen.
Tuvimos la suerte de estar con el párroco que, además de párroco, es uno de los exorcistas de la diócesis y pudimos cambiar impresiones con él sobre la actuación del demonio. Nosotros hablamos de Dios que es lo más importante, pero también hemos de conocer al enemigo para que no nos engañe.
Nos contó como en los exorcismos hay que acercarse al posible poseído del demonio, con humildad pues es Dios quien actúa y no nosotros. En último término, nos decía, lo que vence al diablo es la conversión. Una buena confesión es un buen comienzo para liberarse de su influjo maligno.
Nos enseñó los planes de obras en el templo y también los exvotos que ha restaurado y que son recuerdos de los favores de María.
Tienen una costum bre los devotos de María que es ir a la sacristía y pasar por debajo de la imagen de la Virgen, cosa que tambien nosotros hicimos.
Una devota la preguntó que cuantas veces había que pasar y le dijo D. José Criado, el párroco, que si lo hacía con fe que bastaba una sola vez.
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