El juez eclesiástico D. Casimiro Fernández, hizo un
comentario, en la convivencia de
Montecelo, a un nuevo documento del Papa , Mites judex Dominus Jesus, que se refiere a los juicios de nulidad de
matrimonios .
D. Casimiro afirmó
que el Obispo es el primer real juez de la diócesis. No se apela al obispo sino
que se juzga en su nombre y es él quien estudia y firma el resultado. Hay un acercamiento personal del Obispo a sus diocesanos en dificultad.
No se trata de un divorcio a lo católico sino que la Iglesia
discierne sobre la verdad de ese matrimonio. No concede la nulidad. No anula,
declara que no hubo matrimonio, si así lo ven los jueces. La Iglesia actúa con
misericordia buscando la verdad de la
persona.
Los procesos se han simplificado y ahora son más rápidos y accesibles. Basta con la sentencia del
primer tribunal.
Habló también de la preparación al matrimonio diciendo que debe haber un noviazgo serio y
una preparación para ser personas.
Comentó que este documento produjo una buen reacción en matrimonios que estaban necesitados de arreglo y en un mes hubo más consultas que en todo un año.
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