lunes, 29 de febrero de 2016

Guillermo Eirís Cabeza, un cura amante del deporte





Falleció ayer D. Guillermo en Carballo muy cerca de su lugar de Nacimiento ( 11.8.1935) en Tarambollo (Sofán).  Era párroco de San Pio X y S. Roque en la ciudad de la Coruña.

A las 9 de la noche me llegaron varios mensajes dándome la noticia. Éramos del mismo curso y nos ordenamos el mismo día y año, el 28 de agosto de 1960.

Era buen alumno y buen amigo. Vino a mi casa en Santiago en varias ocasiones y siempre nos sentimos amigos. Le vi en el hospital de la Coruña cuando empezó a agravarse su enfermedad. Me llamó la atención su buena memoria recordando hechos pasados y también recientes. Según me dijo,  se sentía como cuando había enfermado gravemente del tétanos en el seminario que le dejó muy marcado en cuanto a su sacerdocio. A mí, los familiares, me dejaron saltar la cola que había de espera y pude verle inmediatamente. Sólo podían estar dos personas a la vez con él.

Estaba muy bien cuidado por su familia que estaba muy pendiente de todo y le hicieron fácil los inconvenientes  y molestias de la enfermedad.
Antes de la celebración


¿Cómo era Guillermo? No sé decir más  que cosas buenas de él. Era cariñoso con todos, comprensivo, amigo leal,  piadoso y deportista, desde luego  un buen y celoso sacerdote. 

Estuvo en  Chile  de misionero diocesano unos 13 años en dos etapas. Se acordaba mucho de los amigos que allí había dejado. Allí hizo mucha labor especialmente  con gente joven , jugó al futbol y lo hacía  bien, tuvo un accidente  grave de coche, un atraco y otras muchas   anécdotas.

Sus últimos meses estuvo en Carballo con su familia y fue atendido espiritualmente por el párroco que le llevaba la comunión todos los días. La Unción de enfermos se la dio  un sacerdote de Chile amigo suyo que vino a verle. Las últimas semanas ya mostraba sus de deseos de irse a la Casa del Padre.

Que descanse en paz.
El funeral fue en el Divino Salvador de Sofán con una iglesia llena de fieles desde  bastante tiempo antes .

 Presidió la celebración el Sr Arzobispo y le  acompañaron el vicario de pastoral de la Coruña y el arcipreste, junto con más de  cuarenta sacerdotes, muchos compañeros de curso de Guillermo.

El Sr Arzobispo en su homilía nos invitó a mirar la muerte desde la mirada de Cristo. Afirmó  que Dios no nos abandona nunca y nos espera después de la muerte. Por tanto hemos de fiarnos de Dios.
Terminó diciendo que la muerte es una paso a la eternidad y que ahora se precisa vigilancia y fidelidad.

Retablo de ánimas
Dijo de D. Guillermo que era una hombre sencillo y dispuesto a colaborar y que acompañó a muchos durante su vida sacerdotal en sus sufrimientos y preocupaciones.


Que la Virgen le acoja y consuele.








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