Ayer recibía, por medio de esas comunicaciones rápidas y
modernas, la noticia del fallecimiento de D. Manuel , párroco in solidum de San Fernando.
Como nos pasa a veces, me
causó extrañeza, no me lo creía, pues hace unos 10 días que estuve con él, en
su habitación de la Casa Sacerdotal, con una conversación distendida y nada hacía presagiar que aquella iba a ser nuestra última conversación.
Me recibió con
alegría y agradecimiento y estuvimos conversando de los años 70 en que yo
acababa de llegar a Santiago y él era un veterano de la pastoral y de Santiago.
Era un momento de gran crisis, la que se llamó la crisis postconciliar.
En unos años D. Manuel fue arcipreste y en aquel momento yo
era secretario del arciprestazgo y tomaba nota de las reuniones, algunas aun las
conservo, y estas reuniones reflejan aquellos momentos de cambio. Estuvimos muy
unidos en esa labor, intentando una pastoral moderna y de conjunto.
D. Manuel tiene el mérito de haber hecho construir dos
iglesias, una en Soutelo de Montes y la otra la de san Fernando en Santiago.
En Soutelo de Montes conoció a Alexia González Barros que
está en proceso de canonización. Allí, en Soutelo, estaban sus padres y era la hija menor de 7
hermanos. Luego se fueron para Madrid.
La iglesia de San Fernando es un templo grande, muy bien situado
en la parroquia y con muchas dependencias, tan necesarias en una parroquia
moderna. Decía D. Manuel: competimos en amplitud.
Las obras de San Fernando fueron ocasión de apostolado con
numerosas personas y el nuevo templo le ayudó mucho a hacer parroquia y
comunidad, según él mismo comentaba.
Dedicaba horas al confesonario y al acompañamiento espiritual y
fruto de sus oraciones y de la atención a la vida espiritual de las almas son sus 47 vocaciones de todo tipo, que tiene en su haber. En sus últimos días de
la Casa Sacerdotal recordaba con cariño y oraciones a todas ellas -sacerdotes y religosas- y pedía su perseverancia.
No se acaba en esto su labor sacerdotal, pues organizó cursillos prematrimoniales, dio retiros a sacerdotes, y dio misiones
populares en muchas ocasiones y eran muy
partidario de este medio de conversión y formación.
Comenzó a dar estas misiones por una iniciativa del Cardenal Quiroga que quiso misionar toda la diócesis y él se presentó entre los voluntarios, y ahí comenzó esta maravillosa experiencia.
Fui a la parroquia que hizo de velatorio y vi una riada de gente que acudía a darle la despedida. También vi a bastantes sacerdotes que se paraban a rezarle un responso que era secundado por los asistentes. En esa sala donde se le velaba, hay una exposición con fotos y con las principales fechas y acontecimientos de la parroquia. Será enterrado en la misma iglesia de San Fernando.
Comenzó a dar estas misiones por una iniciativa del Cardenal Quiroga que quiso misionar toda la diócesis y él se presentó entre los voluntarios, y ahí comenzó esta maravillosa experiencia.
Fui a la parroquia que hizo de velatorio y vi una riada de gente que acudía a darle la despedida. También vi a bastantes sacerdotes que se paraban a rezarle un responso que era secundado por los asistentes. En esa sala donde se le velaba, hay una exposición con fotos y con las principales fechas y acontecimientos de la parroquia. Será enterrado en la misma iglesia de San Fernando.
Esperamos que siga en el Cielo dando gloria a Dios y
pidiendo por su parroquia, por sus amigos y por toda la humanidad.
Nació en Oiros el 8-11-1923
ordenado el 24-6-1951
falleció en la víspera de la Anunciación : el 24-3-2017
Pues sí que se prolongó su trabajo con las misiones populares. Entre el 21 y el 28 de marzo de 1993, año jubilar, predicó una misión en Santa María de Barbeiros junto a un P. Pasionista de La Coruña que se llamaba Jesús Lizarraga Iribarren.
ResponderEliminarQue Dios le pague todo su trabajo.
Menos mal que es Dios y sus dones son infinitos, que si no, si le fuera a pagar en dinero, en minas o en talentos, por todo lo que ha hecho, le iba a quedar la hucha de los ahorros muy desvalida... :D
También estuvo en la gran Misión de Buenos Aires, aunque no hablaba mucho de esa experiencia.
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