Vidas ejemplares. Ángel de Dios Vidal, siempre sacerdote

Falleció  en Pontevedra el  21  de febrero,  en el hospital. Su vida no era muy conocida en la diócesis porque ejerció su sacerdocio en Isla Margarita (Venezuela). Allí hizo presente  a Jesucristo.  Venía algo a España,  pero sus  vacaciones discurrían por Pontevedra en  donde había nacido y en donde tenía a sus hermanos.

Conocía a la perfección el ambiente parroquial y de la calle en sus parroquias de Isla Margarita y en la misma diócesis, era pro-vida, consiguió la construcción de 5 iglesias y promovió la construcción de  otras. 

Fue  Vicario General   de la diócesis durante años y su obispo le apreciaba y confiaba en sus  opiniones. Su labor fructificó en numerosas vocaciones de todo tipo. Ese es el termómetro real de la labor.

Cuando enfermó, su médico de Caracas y amigo, le recomendó que viniera para España por distintas razones y desde allí le seguía el curso de su  enfermedad hablando también con los médicos del hospital de Pontevedra.

Le cuidaron muy bien sus hermanos y pudo celebrar Misa en casa, mientras fue posible, con  buenos ornamentos y un magnífico cáliz, como muestra de su amor a la Ss. Eucaristía. Luego, en el hospital, se turnaban varios sacerdotes para llevarle la comunión.

Tenía un gran cariño a los sacerdotes y a través de los que le visitaban,  les enviaba mensajes de afecto y de oraciones.

Cuando ya empeoró, el mismo  día en que fallecería,  fue a llevarle la comunión D. Pablo Carou, un sacerdote joven, que  encontró a D. Ángel, adormilado. Trató de diversos modos de despertarlo, hubo un momento en que abrió los ojos, entonces D. Pablo aprovechó para  decirle que le llevaba la comunión y si quería recibirla. D. Ángel contestó con un sí que se oyó en todo Pontevedra.

 FUE UN SI A LA Eucaristía, que era continuación de toda una vida eucarística. Fue su última palabra. A las pocas  horas fallecía con una gran  paz espiritual.

Hablando con él, decían los que más le conocían,  te dabas cuenta que estabas hablando con un sacerdote, siempre y sólo sacerdote.

En su diócesis le hicieron un funeral en la catedral aunque eran varias las iglesias que se disputaban ese privilegio. En Pontevedra se le hizo el funeral en la iglesia de S. José.

Había nacido en Pontevedra el 1-5-1933, y se ordenó el 21.7.1965.

Estaba  adscrito a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz que le proporcionó ayuda espiritual en especial en el desempeño de sus deberes sacerdotales, asi como en fomentar la unión con  su propio obispo y la fraternidad con los demás sacerdotes. En distintos documentos la autoridad de la Iglesia recomendó este tipo de asociaciones sacerdotales.