sábado, 4 de julio de 2020

SAN JOSÉ. UNA CONVERSACIÓN CON EL SANTO.




 Esta es una oración de un sacerdote amigo  invocando a S.José, que ha permitido publicarla en este blog. Gracias.


Podemos decir que no hay iglesia en el mundo que no tenga una imagen de S. José. A veces solo,  otras veces dándole la mano a Jesús o teniéndole en los brazos y otras con Jesús en medio de él y de  María. Una trinidad de la tierra

Podemos llamarle Padre, porque es nuestro Padre y Señor,

Cuando pensamos en nuestro padre de la tierra, agradecemos todo lo que ha hecho por nosotros y lamentamos no haber hecho más por él, no haber estado lo bastante atentos y generosos…con San José aun estoy a tiempo, de tenerlo presente  en mi vida y aprender tantas cosas.


¿Qué puedo hacer para que esté contento de mí?
  Adaptarme como él, con prontitud, a los planes de Dios.
  Ir con él a Jesús y María. El me enseñará, porque sabe
  Hacer mi trabajo normal,  como él:  ¿tú,  como harías esto? - Pensar en detalles que él tendría, en su amor contemplativo, en su mirada llena de afecto por todos, en la perfección de la obra  para que realmente sea un servicio a los demás.


¿Pediría Perdón?
Estaba atento al cansancio y a las necesidades de Jesús y María y, por extensión, a la de los demás colegas y vecinos.
 Yo si que tengo que pedir perdón por lo poco enamorado y, por tanto, poco delicado con Jesús en el sagrario y en la S. Misa. Dame unos ojos que adivinen tus deseos y resolución de cumplirlos…los deseos  de Jesús, María y José.

¿Cómo se desenvolvía con el público?
Escucha y responde, desde su sentido sobrenatural, ve todas las cosas y  situaciones desde Dios. Nada hay imprevisto o casual  para Dios.

¿Qué cosas importantes tengo que pedirte?
El primer pensamiento se dirige a cosas materiales…pero no son tan importantes. 

Un segundo pensamiento es para pedirte que me ayudes a transmitir la fe, a hablar de Dios a las personas concretas, con naturalidad y sin resumir, enrollándome un poco.

 Consígueme palabras de gracia como las que tenía Jesús. Ayúdame a  tratar a los jóvenes  y saber acercarlos a Jesús. Te pido vocaciones para Jesús…te lo pedí más veces pero quizá no muy en serio.

 Quiero creer más en que tú intercesión es fundamental. Me ayudarás a pedírselo a Jesús que es el que llama con eficacia. 

S. José te quiero. Te veo metido en lo más material, pero con el corazón en lo ALTO, no estás mas allá de las nubes sino aquí, a mi lado, me ves como un niño que  juega con las virutas del taller.

Te invito a que me acompañes en la labor en todo momento. Quiero tenerte a mi lado, guíame, apúntame lo que tengo que hacer porque le gusta a Jesús.

 A veces no hago cosas o no las digo porque no sé que hacer o responder; no enciende mi linterna, soy como una linterna que a veces falla,  no enciende cuando se le pide,  o que tiene las pilas ya gastadas y apenas dan luz. Carga mis pilas, conéctame con el Señor.

Gracias S. José por todo.





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