El día 1 de diciembre en el Aula Magna del ITC, el decano de
la facultad de Teología de Burgos dio una conferencia, a la que pude asistir, cuyo título era este:
Horizontes abiertos en el concilio Vaticano II: de la constitución sobre la
Iglesia, al Decreto sobre el Ecumenismo.
Hizo un recorrido histórico sobre el Concilio y sobre la trayectoria del Papa
Juan XXIII en los distintos encargos que tuvo de la Santa Sede y que pusieron
en contacto con los otros. Ese fue
uno de los descubrimientos del Concilio: los otros, que luego los fue
identificando y tratando de darles a conocer la verdad del Evangelio y de la
Iglesia. Los católicos no podemos entendernos aislados.
Dios salió al encuentro del ser humano y así debe de hacer la misma Iglesia, continuadora
de la acción de la Santísima Trinidad.
La luz de las gentes, dijo el Dr. Bueno, no es la Iglesia sino Jesucristo. La
Iglesia refleja esa luz y la trasmite.
Como la luna trasmite la luz del sol.
Habló del Consejo mundial de las iglesias como un lugar de encuentro
y del Secretariado que creó el papa Juan XXIII, que favoreció el diálogo.
Explicó como el ecumenismo, cambió el modo de hablar y como
la actitud ecuménica influyó positivamente en todo lo que se hizo y escribió en
el Concilio. Y como ya se habla de una cierta verdadera comunión entre todos
los cristianos y de los grados distintos
de pertenencia a la Iglesia de Jesucristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario