El tercer domingo de septiembre fue el día de la Virgen de la Gracia. He visto pasar la procesión por delante de S. Cayetano y luego, a la tarde, pude ir a visitarla a su capilla de S. Silvestre. Le pedí muchas cosas. Iba muy guapa y rodeada de amigos y admiradores..
Me ha gustado el orden en que se desarrollaba todo y en la alegría de la gente. Había muchos devotos en largas filas y sin prisas. Algún año va gente descalza al lado de la Virgen. El ambiente popular es festivo: gaiteros, cohetes, banda de música, oraciones.
No cabe duda que la Virgen está en el corazón de muchos. Recuerdo a un joven que por casualidad me encontré hace años en Madrid y después de hablar un poco le dije: y que me dices de la Virgen de la Gracia, y, como respuesta, se echó a llorar.
También es un detalle de cariño el que algunos le echen cohetes cuando pasa por delante de sus casas. Cuando lleguen al cielo también los recibirán con cohetes.
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