Es la Esclavitud un santuario mariano cerca de Santiago y en
el camino portugués.
Por allí pasan muchos peregrinos que eligen esa ruta.
La iglesia está frecuentemente abierta, tiene otros accesorios para servicio del peregrino y les ponen el sello que tanto les gusta.
Por allí pasan muchos peregrinos que eligen esa ruta.
La iglesia está frecuentemente abierta, tiene otros accesorios para servicio del peregrino y les ponen el sello que tanto les gusta.
Fui a visitar a la Virgen haciendo una romería, con otros
compañeros, en este mes de mayo. Allí había peregrinos que era fácil
distinguirles por sus mochilas. Estaban
haciendo oración, breve, pero oración. Luego seguirían su ruta hacia
Santiago.
Él me dice que si, pero luego no me los cuenta. Pero esta vez me dijo, ven a la sacristía y te enseño dos testimonios recientes de acción de gracias por favores que ha concedido la Virgen, por su intercesión. Son exvotos que se conservan allí desde el siglo XVI, pero estos son de ayer como quien dice pues son recientes.
Un cuadro tenía una placa de plata con una inscripción en que una familia argentina dice que se
encomendaron a la Virgen de la Esclavitud y fueron ayudados inmediatamente,
creciendo así su amor y confianza en María.
José Luis, Severino, Emilio, Ramón y Alejandro (de izquierda a derecha) |
El cuadro no tenía ningún comentario, pero la historia es
que una señora de aquella zona iba con
mucha frecuencia al hospital para que la curaran de unos dolores persistentes,
pero todo era inútil, iba y venía con los mismos dolores.
Un día, viniendo del hospital mandó al conductor que parase delante de la iglesia, y fue a coger, con fe, agua de la fuente, pidiendo remedio para sus dolores a la Virgen María.
En aquel mismo instante quedó curada. Pasó el tiempo y sigue sin aquellos dolores que no le podían quitar. Ese fue el motivo de hacer y llevar su exvoto para memoria perpetua de los que vengan detrás.
Un día, viniendo del hospital mandó al conductor que parase delante de la iglesia, y fue a coger, con fe, agua de la fuente, pidiendo remedio para sus dolores a la Virgen María.
En aquel mismo instante quedó curada. Pasó el tiempo y sigue sin aquellos dolores que no le podían quitar. Ese fue el motivo de hacer y llevar su exvoto para memoria perpetua de los que vengan detrás.
Mis amigos y yo, paseando por el atrio de piedra de la iglesia y luego dentro, rezamos los rosarios de toda romería. Y algunos bebimos del agua que mana abundante y fresca, por dos grandes caños, haciendo nuestras peticiones a la Virgen de la Esclavitud.
Misas:
Sábados a las 19
Domingos a las 12, 30
La fuente. Es uno de los símbolos de María. a través de Ella el Espíritu Santo y todas las gracias |
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