Cuando llegó al hospital
vieron que era grave y lo internaron,
pero estaba muy inquieto. Se movía en la cama y había incluso peligro de
que se cayera. No se tranquilizaba por nada.
Una hija le comentó a un sacerdote lo que le pasaba a su
padre y, el sacerdote, con muy buen criterio,
le dijo que debieran darle la
Unción de enfermos. La hija se decidió, aunque no era muy partidaria, a hablar
con el capellán y pedirle que le administrara
este sacramento de la enfermedad
. Al poco tiempo fue el capellán y le
dio la Santa Unción. Desde ese momento quedó tranquilo y con una gran paz, que
le duró hasta la hora de la muerte que fue a la semana siguiente.
Todos quedaron
maravillados por este cambio y es que la Santa Unción, recibida con fe, tiene
estos efectos de dar una gran sensación de paz en los que
la reciben, quizá porque se saben en las manos de Dios que es providente y
Padre.
Lo que dice el catecismo:
¿Qué efectos tiene la Unción de enfermos?
La unción une al enfermo a la Pasión de Cristo para su bien y el de toda la
Iglesia; obtiene consuelo, paz y ánimo; obtiene el perdón de los pecados (si el
enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la reconciliación),
restablece la salud corporal (si conviene a la salud espiritual) y prepara para
el paso a la vida eterna.
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