Me gustan los regalos de Reyes, algunos sorprendentes y otros más o menos esperados.
Me gusta ver a los niños por las calles estrenando sus bicis nuevas o en patinete. Se les ve felices.
Pero aun me gusta más, ver a esos padres que juegan con sus niños, corren con ellos, van y vienen. Los niños ríen a más no poder. Siempre pienso que el mejor regalo es la atención de los padres
Para mí también hay regalos sorprendentes al menos así lo veo. Los tomo como regalos que Dios me hace.
Por ejemplo, el domingo 5 niños vinieron al cate a pesar del frio y a pesar del miedo al contagio. Y vino uno nuevo con la ficha cubierta con foto y todo.
Varias personas que se decidieron a ser mejores, un poco, al menos. Saludos esperados pero ilusionantes. Alguien que te regala una sonrisa o que te dice “ Vd. me casó hace 28 años” cosa que desde luego yo no recordaba. Quedaste bien casado el dije, enhorabuena por esa perseverancia.
Luego hay que tener en cuenta las buenas comidas que nos prepararon. Detrás de una comida apetitosa, hay personas que han pensado, que han trabajado en los detalles y consiguieron hacernos ver que estábamos de fiesta. Se agradece.
También considero un regalo de Reyes poder adorar al Niño y ver como todos se acercaban a hacerlo , mostrando su cariño a Jesús.
Y luego alguna luz que Dios nos da cuando leemos la Palabra de Dos. Por ejemplo he visto como san Pablo, inspirado por el Espíritu Santo dice que somos hijos de Dios y si hijos tambien herederos, heredamos a Dios... no otras cosas por bellas que sean, sino a Dios mismo.
Y tantas cosas más, que son fruto del amor humano y también divino.
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