D. Francisco falleció en la Casa sacerdotal de Santiago, a últimas horas del 23 de marzo de 2022. Descanse en Paz.
Había nacido de una familia cristiana, en Cabo de Cruz, el 22/07/1931 y recibió el don del sacerdocio el 17/03/1956.
Una de sus primeras parroquias fue S Andrés de Souto (Codeseda). Allí llevó tres parroquias, Arca, Souto y Montillón, en donde todavía se recuerdan de él.
Luego estuvo de párroco en Taragoña (Rianxo) y fue A.P. de Leiro(1); en esas parroquias ha sido un referente para la diócesis pues fue nombrado para aquella parroquia que, en ese momento, estaba en una difícil situación.
Su paciencia, sus iniciativas y su buen carácter y estoy seguro que también su oración, consiguieron que hubiera un ambiente cristiano de Paz. Arregló las iglesias e hizo una gran casa parroquial. Al principio vivió como un pobre en una caseta, hasta que pudo hacer la nueva casa parroquial.
En Taragoña fue todo un gran apóstol. Al principio solo iban 4 ó 5 familias a la Misa dominical y cuando marchó de allí, por jubilación, no quedaba nadie sin ir a la iglesia. Fue un don de Dios para esa parroquia y su entorno, en donde era muy querido por su bondad, por su acogida a los más necesitados y por la digna celebración de los sacramentos.
Allí pasó la mayor parte de su vida sacerdotal, siempre muy bien relacionado con sus compañeros sacerdotes y con la jerarquía de la diócesis. Era querido y respetado. En las reuniones de los sacerdotes a las que asistía asiduamente, tenían detalles con él como sentarlo al lado del obispo a la hora de comer, cosa que, en su humildad, ni se percataba.
Era devoto de la Virgen y lo recuerdo yendo, en el mes de mayo, con otros sacerdotes a hacerle romerías a la Virgen en algunos de sus santuarios como por ejemplo la Esclavitud, a donde fue en varias ocasiones.
Se jubiló y fue a vivir con su familia, que estaba en Cabo de Cruz, y cuando enfermó con gravedad lo trajeron a Santiago al policlínico de La Rosaleda. Allí pude visitarle invitado por su familia y recibió con amor la Unción de enfermos y los demás sacramentos. Ya hablaba poco y no se quejaba de nada.
Pasó sus últimos días en la Casa Sacerdotal de Santiago en donde recibía las visitas breves de sus compañeros allí residentes. Hay que decir que la biblioteca que hay en esa residencia fue regaló de D. Francisco a la Casa.
Vaya como final las palabras que hoy, día de S. Oscar Romero, leíamos del salmo 89: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
(I) Estuvo más de tres décadas oficiando las misas en Leiro y los feligreses no quisieron que Francisco Santiago Romero se retirara del sacerdocio (activo) sin recibir un merecido homenaje.
La entidad que gestiona el cementerio parroquial organizó los actos, consistentes en una misa, a la que acudieron el obispo auxiliar, Jesús Fernández, y el nuevo párroco, Armando Uriel; el descubrimiento de una placa en el cruceiro instalado en el camposanto y un ágape.
(la foto es de la despedida de Leiro)
Tomado de la Voz de Galicia
Víctor Manuel Sánchez Lado
Párroco de S. Cayetano
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