Conocí a un compañero que cuando llegaba a las pequeñas o más numerosas reuniones, solía decir, y a veces gritar para que se le oyera: Faltan tenores.
Bien es sabido que una coral no va bien si le faltan los tenores, pues bien, la Iglesia que es como una coral que canta a Dios, no va bien si le faltan personas comprometidas en el Reino de Dios.
Hoy que comienzo de la novena de la Virgen de los Dolores me pasé la mañana diciendo al Señor lo de mi amigo, Señor nos faltan tenores, envíalos a tu pueblo. Luego pasado un tiempo, cambié un poco y le dije: Señor es a ti a quien le faltan los tenores pues la labor del Reino es tuya, yo te ayudo algo o as veces te estorbo. Y luego, cuando llegaba la hora de la novena y de la Misa, le dije a la Virgen: Madre, envíanos tenores.
Se necesitan tenores, gente voluntaria y decidida para la catequesis, pues estamos escasos de catequistas. Faltan también para la adoración de los jueves gente que quiera acompañar al Señor expuesto y que está muchas veces con pocas almas amigas. Estar con el Señor es hermoso decía Juan Pablo II.
También faltan para el Sínodo que está funcionando en las parroquias y, en S. Cayetano y en S. Juan tendríamos que ponernos en marcha xa. Recordad las palabras del Evangelio: levántate y echa a andar.
Y para la atención a los pobres se necesita gente que esté dispuesta a hacer favores de todo tipo, a los más necesitados.
Espero que esto no te entre por un oído y salga por el otro y que mires para ti mismo para ver lo que Dios te pide.
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