Hace tan sólo unos días que llegó a la iglesia parroquial, San Cayetano, un señor, ayudado de dos muletas. Se le veía contrariado e incómodo, sobre todo para subir y bajar escaleras.
Al llegar le salió al encuentro un feligrés que le preguntó qué tal se encontraba y a esto respondió que estaba mal, contó un poco su historia.
El señor que le hablaba le dijo que fuera junto a la imagen de la Virgen de la Paz que hay en una de las capillas de la parroquia y que le pidiera con fe que lo curara. Incluso que le podía hacer la petición en un papel y ponerlo en una caja de peticiones que hay para este fin. Es una caja que los peregrinos llenan de peticiones.
Total que se encomendó a la Virgen y luego se fue.
Al día siguiente vino a la misma hora y nos llamó la atención pues venía sin muletas y andando correctamente. Se fue inmediatamente a la Virgen y allí estuvo un rato largo. Luego siguió viniendo durante varios días. Y sigue bien.
Todos los que lo sabemos, damos gracias a Dios que sigue pendiente de nosotros y nos ayuda en nuestras variadas necesidades.
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