Junto al cabo Finisterre |
Después de tres largos meses, los marineros en huelga en S.Cayetano y sus tiendas, se
fueron. Quedaron unas pocas huellas de las tiendas y ya está todo limpio y
esperando nuevas emociones.
El domingo hicieron fiesta. Vino gente joven y estuvieron
unos gaiteros recorriendo el entorno y animando la despedida.
Ya estábamos, los vecinos, acostumbrados a su amable
presencia. Ahora todo está solitario y sin
noticias. Le oí una vez a un periodista que el mar es siempre noticia y
los marineros también lo son.
una maqueta en la capilla del Carmen |
Tres días antes de su marcha les envié, por unas feligresas
que habían venido a Misa, una botella de vino de la tierra y unos pocos
bombones que agradecieron. Al día siguiente les hice una visita corta y les
prometí hacer lo que yo sé hacer: rezar. Rezaré por ellos y sus problemas. Al despedirme,
uno de los que estaban allí, dijo en voz bien alta y clara: Rece por nos.
Ellos entienden bien que las iglesias de los pueblos son también
una tienda de encuentro con Dios en donde son acogidos y escuchados por quien
lo puede todo. Ojalá se acerquen a esa
tienda y experimenten lo que acabo de decir.
Desde S. Cayetano les deseamos éxito en sus trabajos y que
Dios les bendiga y haga santos.
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