D. Agustín nació el 31-5-1934 en Centroña una parroquia cercana a Pontedeume, un hermoso lugar, para muchos, de veraneo. Se ordenó en Santiago el 14-3-1959. Había entrado siendo ya bachiller. Falleció en la Coruña el 17 de enero de 2022.
En el seminario destacó por su buen carácter y por su inteligencia. Como se ordenó en marzo, permaneció como presbítero varios meses en el seminario y muchos seminaristas iban a confesarse con él, pues daba consejos sensatos y mucha paz.
Su primer destino fue Mogor, una parroquia cerca de Marín y después de pocos años fue a Soaserra y Cabalar en la zona del Eume.
Pronto se fue a la Coruña a atender dos colegios de niños: Peñaredonda y Monte Espiño en donde pasó el resto de su vida. También estuvo adscrito a la parroquia de Nuestra Señora de Fátima en donde le vi en alguna ocasión, y en esa parroquia hablaba con todos y también fue muy querido.
Escribió libros con muchas historias sacadas de la realidad, especialmente de los niños. Tienen un toque de buen humor y son muy leídos. Fue un apostolado de la pluma, muy interesante.
Esos libros son: Unas gotas diarias de humor, Jesús el rostro de Dios, Orar con una sonrisa diaria, Orar con un pan para cada día (7ª edic.)
Son relatos que hacen pensar, sonreír y rezar.
Pasó su enfermedad en una de las viviendas de S. Jorge en donde fue muy bien cuidado y atendido. Allí le visitaban bastantes amigos. Se encontraba a gusto aceptando sus limitaciones que las llevaba con buena cara.
Se fue apagando en los últimos días, había recibido en dos ocasiones la unción de enfermos; el día que murió el cuidador le fue a ver y D. Agustín le miró, le sonrió y entregó su alma a Dios. Que descanse de sus fatigas.
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