Todas estas flores extrañas son un cúmulo de mensajes.
Mientras que para los españoles eran "arabescos" o adornos, para los indigenas eran todo un mensaje, tan claro y perceptible que dichos "glifos" no siguen los pliegues de la tunica, sino que estan encima de los pliegues. Todas las flores tienen su "raiz en el cielo", representado por el manto azul-verdoso lleno de estrellas, lo que significa que esta flor tiene su fundamento en lo celestial.
La flor tiene la figura de un cerro, mientras que su tallo tiene la figura de agua; esta flor termina en punta, lo que para los indigenas es Tepeyac, pues significa "cerro punta".
Hay que tomar en cuenta que para los indigenas "flor y agua" significa "civilizacion", por lo tanto, representa una civilizacion enraizada en lo celeste. En la flor-cerro se observan pequeñas flores entorno, lo que significa que es xochitlalpan o tierra de las flores, es decir, la plenitud de la verdad.
Ahora bien, si ponemos de cabeza esta flor-cerro, como también los indigenas veían los códices desde diferentes ángulos, podemos comprobar por sus mismos códices que esta flor-cerro es tambien corazon, sangre y arterias, por lo tanto el sustento de la divinidad.
Si volvemos a su posicion original, dentro de esta flor-cerro-corazón se observa un rostro. Para los indígenas ser sabio significa "poner un rostro humano en el corazon ajeno", por lo que se entiende que esta flor-cerro-corazón significa que está llena de la sabiduria divina.
De esta manera, podemos concluir que esta flor de la verdad de Dios es una nueva civilización que surge del cielo, está llena de la verdad y la sabiduria divina.
Esto concuerda perfectamente con lo que es el centro del mensaje de Santa María de Guadalupe, quien mucho desea se le construya una "casita sagrada", lo que significa una nueva civilizacion del amor y de la sabiduria de Dios.
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