En Santiago y en ciudades
de Galicia, se han visto visitados por misioneros católicos que caminaban de dos en dos. Eran fieles del
Camino Neocatecumenal que hicieron esa estupenda experiencia.
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| Jonatan, David y Federico |
A esta parroquia llegaron dos chicos, sin móvil, sin dinero
y sin medios de transporte.. les atendí lo que pude y dieron testimonio en la
parroquia y luego en la catedral a un grupo de peregrinos y pudieron dormir en
el seminario menor.
Al día siguiente los llevé a Arzúa. Allí pudieron hacer su apostolado y dormir en un albergue. Alguien al conocerles se ofreció a traerles a Santiago.
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| otro grupo |
A los dos días fueron a Vimianzo. Allí los dejé en la plaza
del pueblo en manos de Dios, un Dios que es Padre y Providente.
Volví para casa algo preocupado aunque pensando en las palabras del Evangelio que hasta los gorriones encontraron casa... y nada supe hasta dos días después
que entonces sí me llamaron por teléfono
diciéndome que ya estaban en León.
Sé que algunos de los
que vinieron no encontraron en donde dormir y pasaron la noche en un cajero,
pero estos chicos a los diez minutos de
estar en Vimianzo y sin buscarlo, entablaron conversación con un vecino y en
seguida consiguieron cena y en donde dormir. Luego fueron por las casas
anunciando el amor de Dios, desde su experiencia personal.
Tenían muchas ganas
de ir a Finisterre y , sin pedirlo, el párroco les ofreció dar un paseo y ver el mar y el faro . Dios es grande con sus hijos.
Otros tuvieron otras experiencias, pero la alegría era la nota
común en todos.
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