jueves, 21 de septiembre de 2017

Jornadas sobre la confesión.




La facultad de teología de la Universidad  de Navarra, organizó unas Jornadas para sacerdotes que trataron de diversos aspectos de la pastoral de la confesión.

Los profesores eran de la Santa Croce y de la  propia facultad. Asistieron más de 100 sacerdotes, también algunos seminaristas de los últimos cursos y algún laico.

 Hubo  paneles en los que se exponían diversas experiencias,  en los que actuaron párrocos  y capellanes de colegios que expresaron su punto de vista en torno a la belleza, diálogo y  sanación de la confesión.

La primera conferencia estuvo a cargo de Mons. José María Yanguas, obispo de Cuenca. Afirmó entre otras cosas que los penitentes que nos vienen pueden traer una siembra de Dios que es Amor, libertad y justicia, o pueden traer la siembra del diablo que es sentimiento, libre albedrío e igualitarismo. 


 Que  el  confesor ha de tener la sicología de una madre de familia. Citó a Benedicto XVI que afirmó categóricamente que hay que volver al confesonario. Dijo también, el ponente,  que es un  lugar en el que hay que habitar más a menudo y que no es un instrumento de amistad.

El diálogo ha de ser apropiado, ministerial, de salvación, por estar en el lugar de Jesús y con su compasión. El centro de la confesión no es el pecado, sino Jesucristo. Hablar del Señor.

También se habló, en uno de los paneles, de las nuevas tecnologías para dar a conocer mejor este sacramento y ayudar al examen y demás condiciones necesarias para su perfecta realización.

Desde la experiencia de Santiago de Compostela, Víctor Sánchez habló del diálogo en la confesión. Puso como iconos de ese  diálogo, el  icono del encuentro de Jesús con la samaritana que hay en la iglesia de S. Cayetano. La  samaritana viste igual que Jesús de azul y rojo. Es como si la divinidad y la humanidad de Jesús se comunicaran en aquel dialogo a esta mujer pecadora. Luego ella fue apóstol de todo un pueblo. El diálogo en si mismo entre Jesús y la samaritana es todo un poema.
Victor Sánchez

También es  icono de este diálogo  el conjunto escultórico de la Adoración de los magos que tanto abunda en la ciudad de Santiago quizá por ser una ciudad de peregrinos. Los magos buscan y encuentran a Jesús. La Virgen y S. José ayudan a ese encuentro, pero están en un segundo plano.

En Santiago hay la gran experiencia de las muchas confesiones que se realizan en la catedral. Son de peregrinos de todo el mundo. 

Según la opinión de algunos confesores,  el diálogo es una escucha con interés. Otro dice que debe ser un diálogo en orden a la sanación. El sacerdote ha de tener un corazón abierto y acogedor. Ha de hacer ver, sobre todo en casos de  mas dificultad, la mucha misericordia de Dios que se experimenta ahí en la confesión, de un modo gozoso.

D. Silvestre del Amor, párroco en Murcia, habló de la acogida de niños y adolescentes. Insistió en el papel decisivo de los padres, ellos son  la red social más poderosa.

Silvestre del Amor
Si los padres van con el niño al catecismo, este les ve confesar y comulgar, si le acompañan a la Misa y le van dando su experiencia, el enemigo puede zarandearles, pero no los aparta de Dios.

Salieron otros muchos temas como las confesiones en los colegios, suscitar el deseo de la confesión. Qué maravilla ¿Cómo podemos vivir sin esto?. Confesarse es celebrar.  Hay que dar un mensaje no licuado: Hablar del pecado y del dolor como el pecado sufrido.


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