viernes, 31 de diciembre de 2021

Buscar al Niño

 



Hace unos días recorrí las calles de Santiago en este tiempo de Navidad (nacimiento del Niño) y yo buscaba al Niño, pero no lo encontré recordado,  ni en los escaparates, ni en los adornos. Nada.

Al día siguiente volvía a otras cosas y le vi en una gran lámina en el balcón del Seminario Mayor y me alegré, algo parecido a como se alegraron los magos cuando llegaron a  Belén y le vieron con María y José.

Pero como le vieron, ¿vestido o desnudo?. Desde luego el Evangelio habla de que María le envolvió en pañales y creo que no se le ocurriría  tenerlo en paños menores.

 Comento esto porque desde hace tiempo se popularizó el presentar al Niño desnudo, es como una moda, aunque siempre se le representó de las dos maneras. Ciertamente a mí me gusta y le busco vestido.

En el belén de Santa María del Camino (Santiago) está  la cueva de  Belén y el niño aparece acostado y  cubierto con una mantita que la Virgen se la pone una y otra vez en un movimiento programado.

En muchos sitios aparece de las dos formas, también en mis iglesias. Las figuras  del Niño que son bastante grandes,  las señoras del barrio le hicieron un trajecito largo como una túnica y así se   venera.

Tengo también en mi memoria una Virgen con el niño en brazos que se  venera en Corcubión en donde el Niño  está totalmente envuelto de tal forma que sólo se le ven los ojos. También la Virgen de la Paz de S. Cayetano tiene en sus brazos al Niño vestido con una túnica aunque en realidad no es tela sino que pertenece a la escultura.

Le comenté estas cosas a la religiosa que está en el torno de las carmelitas y me dijo  que ellas tienen un Niño en el coro y que a la noche una de las religiosas lo tapa con una pequeña manta como para que no pase frio. Es un detalle de ternura digno de tal Niño, aunque sea una imagen.

El Niño vestido o desnudo trae luz y salvación. A  él hay que acudir,  respondiendo a su gran amor por nosotros,  un amor de Dios.

El niño está en una cueva, arreglada, y lo recuerdan las cuevas de los belenes que suelen ser frágiles  que casi se caen, como una casa en ruinas. Comenta el papa Francisco que en eso también hay un mensaje que nos habla a todos. El  mensaje es que Jesús vino a restaurar lo que estaba en ruinas, y esos somos cada uno de nosotros, pero, si le dejamos entrar en esa cueva ruinas, él hace que todo cambie y quede hermoso y acogedor.

El niño habla, el belén habla, hay que poder el oído atento y escuchar.

martes, 28 de diciembre de 2021

El goce de encontrarse con Dios

 

¡Oremos con los poemas de algunos Santos del Carmelo!



La práctica de la oración y la contemplación permite a los carmelitas desarrollar una riqueza espiritual bastante profunda, y algunos de ellos comparten su belleza interior con nosotros a través de sus escritos, por lo cual no es de extrañarse que, con el pasar de los años, se haya consolidado una tradición poética admirable en el Carmelo, y que varios santos y santas carmelitas, también sean grandes poetas. De hecho, algunos de ellos nos invitan a sentir el goce de encontrarse con Dios y contemplar su presencia por medio de sus poemas:

-Meditemos con Santa Teresa de Ávila, quien, con estos cortos versos de su poema Alma, buscarte has en Mí, nos motiva a tener un tiempo de recogimiento e intimidad con Cristo, ese ser especial que habita en nuestro interior:

"Y si acaso no supieres dónde me hallarás a Mí, no andes de aquí para allí, sino, si hallarme quisieres, a mí buscarme has en ti.

Porque tú eres mi aposento, eres mi casa y morada, y así llamo en cualquier tiempo, si hallo en tu pensamiento estar la puerta cerrada.”


 

-Contemplemos a Dios con San Juan de la Cruz y su Cántico Espiritual, el cual nos hace un llamado a mirar el mundo con los ojos amorosos de Cristo, y a darnos cuenta de que la belleza nos habla de Dios:

"Mil gracias derramando, 

pasó por estos sotos con presura, 

y yéndolos mirando, 

con sola su figura

vestidos los dejó de hermosura."

 

- Disfrutemos el presente con Santa Teresita del Niño Jesús y su poema Mi canto de hoy, en el cual nos invita a saborear ese maravilloso momento que tenemos con Dios HOY:

"Mi vida es un instante, una efímera hora,

momento que se evade y que huye veloz.

Para amarte, Dios mío, en esta pobre tierra

 no tengo más que un día:

¡sólo el día de hoy!..."

- Sintamos el soplo del Espíritu con Edith Stein, Santa Teresa Benedicta de la Cruz, quien nos invita a meditar sobre el actuar amoroso del Espíritu Santo en nuestras vidas a través de su poema ¿Quién eres tú, dulce luz? :

"¿Quién eres tú, dulce luz que me llenas

e iluminas la oscuridad de mi corazón?

Tú, más cercano a mí que yo misma

y más íntimo que mi intimidad,

y aún inalcanzable e incomprensible,

y que todo nombre haces renacer:

Espíritu Santo, ¡Amor Eterno!".

 

Entonces, ¿te animas a comenzar este año orando con los poemas del Carmelo?

 

enviado por:

Maxance AVRIAL

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domingo, 26 de diciembre de 2021

Año de la familia

 Por ser año de la familia van aquí dos hermosos testimonios sobre la familia que cuenta Ernesto Juliá en uno de sus comentarios de su blog.


Un buen profesional, periodista, entrado ya en años que lleva los achaques de la edad con una cierta normalidad y tranquilidad, aunque una de esas molestias sea la de estar perdiendo la vista gradualmente, poco a poco.

Un día acompaña a su mujer a una revisión médica y recibe una noticia poco esperanzadora. Su esposa tiene un cáncer de riñón y de pulmón, con metástasis en otras partes del cuerpo. Muy pocas esperanzas de vida.

La reacción del hombre no se hace esperar: «Rezaré más, y con más confianza, para que el Señor me de salud y me arregle un poco los ojos, para que pueda cuidar a mi mujer con amor y cariño, hasta que sea necesario». Y como lee con frecuencia el Nuevo Testamento, se le ocurrió añadir. «Como siempre; lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre».

Una buena empresaria, madre de cinco hijos, abandonada por el marido después de quince años de matrimonio. Lleva adelante con serenidad y paz a sus criaturas, que van creciendo y son ya hombres y mujeres hechos y derechos; un par de ellos ya están casados.

Después de años de no saber nada del marido; no de ex-marido porque seguían siendo marido y mujer-, recibe la noticia de que el hombre está muriendo de una enfermedad degenerativa, en una clínica de una ciudad vecina. Sin decir nada a nadie fue a visitarlo un día. El hombre, sorprendido al verla, abrió su corazón en lágrimas. Tras unos minutos de silencio comenzó a hablar pidiendo perdón por lo que había hecho abandonándola a ella y a sus hijos; por haber vivido con varias mujeres; haber dejado su Fe, y haber llegado casi a la ruina por su mala vida.


La mujer le sonrió, le saludó con cariño, le besó en la mejilla, y le dijo que dentro de un par de días, si no tenía inconveniente, vendría con su cinco hijos para que les viera y hablara con ellos. 

Y antes de marcharse, le preguntó si quería que avisara al sacerdote de la clínica para que viniera a estar un rato con él. El hombre titubeó: «¡Hace ya tantos años!, musitó»; y al final, respondió: «Si, gracias».

La familia llegó a tiempo de vivir con él la última hora de su vida. Cuando estaban cerca de la habitación, vieron al sacerdote que acababa de dar al moribundo la Unción de los enfermos. El hombre pudo saludar y pedir perdón a todos sus hijos. Y ya a punto de expirar, se dirigió a la mujer alcanzó a decir: «Lo que Dios ha unido...»; y llorando los dos, él entregó su alma.

 

nota:

las fotos están tomadas de internet

 

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sábado, 25 de diciembre de 2021

Manuel Míguez Lodeiros, sacerdote.

 



D. Manuel Nació en Gonzar el 28/4/1936 y falleció el 24/12/2021; su funeral se programó en  la parroquia de Campaña para el día 25 a la tarde.

Tiene un curriculum bastante complicado y variado que muestra su espíritu de obediencia y servicio a distintas comunidades cristianas.

Su primer encargo pastoral  fue de ecónomo en Santa María de Dodro  (Arzúa) desde el 8/12/1960 poco después de su ordenación, hasta el 21 de septiembre de 1962. Luego pasó a Brandeso y encargado de Tronceda.

En 1970 recibe el nombramiento que iba a ser el más largo y definitivo. Fue nombrado párroco de Santa Cristina de Campaña.  Le encargaron temporalmente de varias parroquias por fallecimiento o traslado de sus párrocos.

Fue arcipreste durante  30 años y asesor religioso o profesor de religión de varios colegios.

Estuvo en Campaña durante 50 años aunque ya estaba jubilado. En ese tiempo fueron fechas especiales la celebración de sus 40 años en la parroquia que sus feligreses la prepararon  por todo lo alto. El ayuntamiento con tal motivo le dedicó una plaza, que lleva su nombre, al lado de la iglesia.

También fue algo especial la restauración de los frescos del s.16 en el presbiterio de la iglesia parroquial, que quedaron muy bien y que el enseñaba con un puntito de orgullo bueno.

Era muy acogedor. Le  pude visitar en varias ocasiones en su casa y siempre me acogió con afecto y atención. Alguna  vez le llevé allí a seminaristas del  seminario internacional Bidasoa de Pamplona, y a ellos les explicaba detalladamente su iglesia.


Se manejaba muy bien en gallego que usaba a diario, no se daba importancia  alguna y llevó con paciencia sus enfermedades en las que fue atendido espiritualmente en todo momento por alguno de los compañeros de su zona.

Su labor fue la  habitual  de todos los párrocos, celebrar la Santa Misa, confesar,  poner catecismo y asistir a los enfermos etc.

Que la Virgen y el Señor le den , a este siervo fiel y prudente, el descanso eterno e interceda por nosotros.

 

Victor M. Sánchez Lado

párroco de S.Cayetano

viernes, 24 de diciembre de 2021

Un paseo por Santiago, en Navidad

 



A las 7 de la tarde, ya de noche, me decidí a dar un paseo por la ciudad. Quería ver si se notaba que era Navidad.

Lo primero que vi fue una iluminación por todas las calles del centro. Miles  de bombillas de distintas formas en largas hileras o en fachadas de edificios importantes. Me olvidé  de aprovechar para  hacer un acto de amor a propósito de las bombillas, como suelo hacer con cosas parecidas. Luego me acordé al llegar a  casa y lo hice en ese momento, creo que al Señor le pareció igualmente bien. Suelo  decir más o menos, según las circunstancias,  yo quisiera hacer tantos actos de amor como bombillas hay en estas calles.

Fui mirando los escaparates y lo que más aparecía era el arbolito de Navidad cargado de frutos, que son nuestras buenas obras. Luego le seguía papá Noel.

Pasé por la gran plaza del Obradoiro que tenía un belén equidistante, como diría un amigo mío. Estaba hecho de muchas bombillas y se adivinaba al buey a la mula, a la Virgen y S. José y  la cuna  del Niño. Al lado un bonito y gran árbol de Navidad,  todo de bombillas.

Luego pasé a la rúa del Villar y seguían las hileras de las bombillitas todo a lo largo. Me llevé una grata sorpresa al llegar a la plaza del Toral. Había  un autobús del ayuntamiento de Santiago y una gran coral que cantaba con entusiasmo. Eran villancicos (Panxoliñas). Los últimos fueron Noche de Paz y Adeste Fieles. Invitó el director, al público presente,  a unirse al venite  adoremus.


Luego fui por la rúa Nueva. Había muchos vendedores callejeros y mucha iluminación en los comercios. Pasé  por delante de la iglesia de Sª Salomé que estaba abierta. Entré para ver si había algún belén y vi a José y María debajo del altar mayor.  Luego saludé a un sacerdote que estaba en la puerta de la iglesia y que se interesó por mi presencia en las calles a aquella hora.

Me acerqué a la Quintana que estaba a oscuras. Luego  me di cuenta que desde la Casa de la parra estaban haciendo unas proyecciones luminosas sobre la fila de viviendas al fondo de la plaza.las miré un poco y eran (lo que yo vi) sobre papá Noel y sobre regalos.

S. Pelayo  estaba abierto  era hora de  la Misa y san Benito estaba a punto de empezar la Misa. Con pocos feligreses.

Pasé por delante de las Ánimas que también estaba abierta y , más abajo, en Casas reales está la hermosa iglesia de Santa María del Camino muy bien restaurada. Entré y allí hay un gran belén que   es el que ponían otros años en la catedral. Es muy artístico y  estaba  bastante gente disfrutándolo. Bien iluminado y protegido por un cristal.

Aparecen muchas profesiones, panaderos, herreros, vendedores de fruta o de telas etc. También tenía un departamento con el belén propiamente dicho. También los Reyes y el anuncio a los pastores. Estuve pensando el mensaje de ese conjunto y vi como el Señor viene, trae salvación pero al mismo tiempo, igual que ahora, muchos viven al margen de Dios. No  van a Belén.

El Papa Francisco recordó, en un Mensaje de Paz de primero de año, que la gran tentación a la que puede sucumbir, casi sin darse mucha cuenta, el hombre de hoy es el olvido, la indiferencia, el “pasar” de Dios. Es larga la cita, pero vale la pena:

“La primera forma de indiferencia en la sociedad humana es la indiferencia ante Dios, de la cual brota también la indiferencia ante el prójimo y ante lo creado (...). El hombre piensa ser el autor de sí mismo, de la propia vida y de la sociedad; se siente autosuficiente; busca no sólo reemplazar a Dios, sino prescindir completamente de Él. Por consiguiente, cree que no debe nada a nadie, excepto a sí mismo, y pretende tener sólo derechos.

 Contra esta auto-comprensión errónea de la persona, Benedicto XVI recordaba que ni el hombre ni su desarrollo son capaces de darse su significado último por sí mismo; y, precedentemente, Pablo VI había afirmado que «no hay, pues, más que un humanismo verdadero que se abre a lo Absoluto, en el reconocimiento de una vocación, que da la idea verdadera de la vida humana"

Los ángeles siguen cantando, pero los hombres podemos taparnos los oídos para no oír; y preguntarnos, escépticos, qué estarán diciendo esos individuos allá en el cielo.

Y podemos seguir sin ver, asentados en la tiniebla de cada uno. Tantas personas quieren quitar sentido a la Navidad, y hasta rechazan preguntarse qué es verdaderamente la Navidad. 

 


No vi belenes en los escaparates que era una costumbre en Santiago y noté como más viva, la ausencia del Niño Jesús.-

Me quedan por ver los grandes belenes del centro de la Ciudad como el de S. Fiz (S. Félix) y el de San Martin. Pero eso,  será otro día.

Como nota positiva hay que decir que en  las casas si se han hecho bastantes belenes, al menos eso dicen los niños del catecismo que no suelen mentir.

 nota :

las fotos son del belen de Nª Sª del Camino que he visitado.