Por las parroquias suelen pasar bastantes pobres que vienen a pedir ayuda. Mi criterio es seguir lo que dice el Evangelio: “al que te pida, dale”. No dice lo que le debes dar, ni la cantidad. A veces puede ser una limosna pequeña pues son muchos los que pasan, también puede ser darles conversación, interesarse por su vida…
Pues bien en una reunión de sacerdotes uno contó que a los pobres los trataba de Vd., pues eso es valorarlos y ellos se dan cuenta y les gusta. Cuando lo oí me pareció una buena idea y me propuse hacer la experiencia. El primer día vinieron 4 , todos desconocidos, a veces me costaba trabajo tratarles de Vd. pues eran mucho más jóvenes que yo y además estaba acostumbrado a tutearlos, pero lo hice tratándolos con respeto y usando el Vd. y fui viendo como lo agradecían y ya el 4º reaccionó espontáneamente dándome un buen abrazo.
Ahora me falta el evangelizarlos pues también lo pide el Evangelio “Los pobres son evangelizados”. Alguna vez lo hago pero me parece que demasiado suave, creo que debiera entrar más a fondo y ayudarles de verdad pues son los privilegiados de Dios.
En una ocasión estaba haciendo un rato de oración en la iglesia y vi entrar a un pobre. Me vino al pensamiento le atiendo o lo hago esperar.. Luego recordé que los pobres son Cristo y con permiso del Señor lo atendí un poco, viendo en él al Señor que se me acerca de otra manera, pero también es El.