D. Cleto Porto , sacerdote

 

D. Cleto, sacerdote de la diócesis de Lugo, pero que pasó sus últimos años en la Casa Sacerdotal de Santiago, falleció a los 92 años el día 28 de agosto de  2021, festividad de S. Agustín. Su  funeral será en Melide.

Su muerte fue como su vida, silenciosa, humilde y sin molestar a nadie.

Era un sacerdote que apreciaba y le gustaba la oración sobre todo ante el Sº Sacramento expuesto, era humilde de modo que lo suyo parecía sin importancia y en cambio admiraba lo que hacían los otros. Era también muy mariano.

Tenía carisma para ser amigo de los sacerdotes especialmente los compañeros cercanos a su parroquia de San Antolín de Toques. Era muy amigo de D. David, de los Mella, de D. Andrés Guerreiro y de otros, muchos de ellos ya fallecidos.

Tuve el gusto de ir con él y otros dos más,  a Fátima en una peregrinación inolvidable. A la vuelta se empeñó en ir  a ver a sor Lucia en Coimbra,  en el convento de las carmelitas. Él se acercó al torno e hizo la propuesta en nombre de los  cuatro pidiendo una entrevista con la vidente. Allí le dijeron que sólo se podía  conseguir con el permiso del Obispo. Entonces renunció a la entrevista pero pidió que rezara por nosotros, siendo concedida esta propuesta, dejándonos a todos muy satisfechos.

 

Tuvo una época que se dedicó con entusiasmo a la pintura y pude sacar,  de sus cuadros de arreglos de flores , algunas fotos que pongo en este blog. Le  salían  muy bien, con mucho colorido y viveza.

En la Casa Sacerdotal era muy querido por todos y cuando le visitábamos, ya en la enfermedad, no se cansaba   de que estuviéramos con él y a veces nos decía: Sigue un poco más y anímame.

Fui un día con él y con otro a ver la Pena Moura, un gran peñasco cerca de Sobrado de los Monjes. Pasamos  por Melide y luego llegamos a la Capela. Allí vi como acariciaba la puerta  de la capilla, en donde había actuado tantos años, pues no teníamos llave para entrar. Allí estaba su corazón.

 Fue callado casi todo el viaje, pero al llegar a Melide y hasta Sobrado,  hablaba como una cotorra contando datos e historias de aquella zona que conocía muy bien.

Que desde el Cielo interceda por nosotros y por la Iglesia.