Un señora de mi parroquia a altas horas de la noche se puso mál, como quien dice, a morir. Y entonces la familia se movilizó para avisar rapidamente al médico, pero ella intervino y dijo PRIMERO EL CURA. Y así hicieron ; me avisaron, fue corriendo a esa casa y la atendí lo mejor que pude, quedádole además agradecido pues fue una muestra de fe, poniendo a Dios en primer lugar.
Al poco rato llegó el medico, la llevaron al hospital y se recuperó pronto y ahora sigue entregada de nuevo a sus quehaceres ordinarios.