Así empezamos con frecuencia la Misa, teniéndolo como un canto
de entrada, en esta parroquia. Hoy, Virgen del Pilar, sale en el Evangelio una
mujer del pueblo que grita
una gran alabanza a María.
A la vidente de Fátima, sor Lucia, la Virgen le pidió que desagraviara su corazón que era
muy ofendido por los pecadores. A mí me parecía imposible, pues en muchos años nunca oí una blasfemia o
algo inconveniente contra María.
Últimamente me convencí de la verdad de estas ofensas. Primero
personalmente, a través de una llamada
telefónica en la que alguien protestaba por otras cosas pero luego insultaba de mala manera a María. Verdaderas groserías.
Ya me fui enterando de más cosas a través de
medios de comunicación, como si fuera
algo del demonio, de auténtica rabia hacia la Virgen.
También hay cosas muy positivas de cariño auténtico y
público.
Por ejemplo la jota que se bailó
en la plaza del Pilar por miles de jóvenes, con motivo de unos insultos a María
través de la TV.
Otro ejemplo lo pude ver yo mismo en la capilla de la divina
Pastora (Pastoriza) que estaba cerrada en ese momento y una monja estaba de
rodillas ante la puerta y con los brazos en cruz y, a la hora en que pasaba
bastante gente por la calle, allí estaba rezando sin empacho alguno. Pasaba yo
por allí y me entrrasron ganas de sacarle una foto, pero no me atreví.
En otra ocasión subía
por delante del convento del Carmen un feligrés de esta parroquia que conozco
desde hace tiempo y pude observar que iba mirando a la imagen de la Virgen del
Carmen que está en la fachada. Cuando se cruzó conmigo –él subía y yo bajaba- le
dije: “mucho la miras”. Y él me contestó: “como no la voy a mirar si es mi madre”.
Esto lo conté en varias
ocasiones y en una de ellas estaba él
delante y se me acercó a solas y me dijo, cuando
me muera estoy seguro que volverá a contar esa misma historia.
Invito, al que lea estos comentarios, que se atreva a mostrar su amor a María o porque
la mira, o porque lleva su foto en la
cartera o también porque reza el rosario y de tantas otras maneras que inventa el amor
auténtico a nuestra Madre. Ojalá se nos note que la queremos.
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