viernes, 1 de octubre de 2021

Jesús Rodríguez González, sacerdote.

 


Iglesia de Bando

 D. Jesús nació en Frixe, una pequeña     población cerca de Muxia, el 17/12/1927 y  se ordenó de sacerdote en Santiago el 21/09/1957, tenía por tanto 93 años de edad y 64  de sacerdote. Falleció en el hospital el 30 de agosto de 2021, día de S. Jerónimo.

Tuvo ilusión misionera y en sus años jóvenes fue a Brasil y Venezuela. Recuerdan sus sobrinos  como en Brasil se dedicó a los más pobres, en concreto hizo labor en las famosas  favelas. Allí evangelizó y puso interés en mejorar las condiciones de vida de la gente , ayudando a poner luz y agua en aquellos sitios, como elementos indispensables.

Pasado el tiempo recaló en Santiago en donde fundó una librería y luego se dedicó a la pastoral especialmente en la parroquia de  Bando cerquita de Santiago. Allí siguen recordándolo y es donde el quiso ser enterrado..

Era muy querido en la casa sacerdotal en donde residió por muchos años, primero en la antigua del Preguntoiro y luego en la actual en la calle Valle Inclán nº 7. Aquí  fue donde le conocí un poco más.

casa sacerdotal

Fue muy querido por los sacerdotes y de un modo especial por los empleados de la casa, el Grupo Norte. Dicen  de él que era un manitas, que sabía de carpintero y de mecánico, y dedicó tiempo a diversos y variopintos arreglos en la casa y a los compañeros. Tanto arreglaba un rosario que se había roto,  como una persiana o  una silla que cojeaba. Para ello tenía una buena colección de herramientas.

Las cuidadoras dicen de él que era muy bueno, tranquilo, generoso, buena persona, cariñoso, también aconsejaba cuando era necesario e intentaba ayudar en algunas necesidades aunque a veces no pudiera hacer mucho.

En la habitación del clínico coincidió con otro sacerdote, también enfermo, pero que le ayudó  a bien morir rezando con él jaculatorias y dándole la absolución. Descanse en paz.

 

V.M.S.L.

____________________


La misa de funeral fue en Bando y la presidió el sr. Arzobispo.

 Concelebraron cerca de 15 sacerdotes y, en una  pensada homilía, dijo entre otras cosas: que el espíritu de la verdad le ha guiado hasta la verdad plena. 

Dios no nos abandona   mas allá de la muerte y el destino que nos espera es de amor y de compañía dichosa.

Fue un fiel servidor de la Iglesia y nos queda ahora su testimonio. Agradeció el Sr. Arzobispo a los que, durante su trabajo y ahora,  le han ayudado y cuidado.


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario