LA RELIGIOSIDAD EN LAS PROVINCIAS ALTAS DEL CUSCO

En este pequeño texto,  mi deseo es compartir le experiencia de la piedad religiosa que se practica en las provincias altas del Cusco (prelatura de Sicuani). Sobre todo voy a dar conocer aquello que viví en la parroquia Santa Ana de Espinar, porque es una experiencia vivida de diferente manera (como sacerdote diocesano).

El P. Salvador Durán  Aguilar

Toda aquella vivencia cristiana y las prácticas de piedad a lo largo de todo el año, en principio me sirvieron mucho para amar con más intensidad mi vida sacerdotal.

 Por  otro lado comprendí que los actos de piedad,  muchas veces maltratados o simplemente no tomados en cuenta, mirados desde otro ángulo son  un tesoro muy valioso que aún sigue practicándose en la vida de la Iglesia, a lo cual traté de dedicar mi tiempo, uno para aprender de ellos con el respeto que se debe acercarse y vivir la divino, y  otro para  profundizar, junto con ellos, en el amor de Dios que habla la Sagrada Escritura.

Es importante  dar a conocer  o explicar la  doctrina de nuestra iglesia en cuanto que, en la parroquia donde estuve,  hay una presencia fuerte de aquellos hermanos que se separaron de la fe católica (sectas),  donde, muchas veces, solo les interesa confundir la fe de los creyentes católicos, y por último   iluminar desde la fe toda la piedad o devoción cristiana que se vive en estos pueblos.

Sólo menciono aquellas fiestas y la piedad popular que se practica con bastante relevancia: el nacimiento del Niño Jesús, donde lamentablemente cada vez más va ganando terreno la parte comercial y consumista de la sociedad. 

Danza Folklórica de los Carnavales.

El tiempo de carnavales que tiene un toque diferente a lo que enseña la iglesia, que es dar acción de gracias a Dios con un corazón  lleno de regocijo por contemplar los primeros frutos de sus cultivos. Esta alegría lo manifiestan con bailes y cantos propios de este acontecimiento, acompañados con instrumentos musicales como son: la bandurria, la quena, el pincuyllo y otros. 

Procesión del Señor de los Temblores.

La semana santa con la participación de cientos de personas en cada acto litúrgico y en los actos de piedad como es, el rezo del santo rosario, el viacrucis.  En algunas parroquias aún se mantiene todavía lo que llamamos  “la rezanilla” que consiste en lo siguiente: todo el tiempo de cuaresma y la semana santa,  los niños y los jovencillos de diferente edad van al templo a partir de las cuatro de la mañana para aprender sobre todo las oraciones cristianas.

También es resaltante las procesiones,  sobre todo de lunes santo, el miércoles santo y el viernes santo, en cuanto que la participación de cientos de personas es movido por la fe…el llevar o cargar la anda del Señor y de la Virgen tiene un significado importante, es ayudar al Señor en su pasión.

Otra cosa muy importante, que lamentablemente va perdiendo por causa de aquellos que hacen ya con otras intenciones, es aquello que se hace los días de Jueves santo y viernes santo, donde los dueños de los cultivos dejan que los pobres saquen algunos frutos de sus propiedades para preparar el alimento del día, es una tradición cristiana muy importante en cuanto que, lo que se predica y se reza no queda solo en palabras más al contrario se concretiza en el gesto de compartir.

Cruz adornada para la Fiesta de Mayo.

La fiesta de la Santísima Cruz de nuestro señor Jesucristo que se celebra a lo largo del mes de mayo, donde se ornamenta de lo más elegante a la cruz,  como señal de triunfo de Cristo sobre la muerte, también porque es símbolo de la protección de Dios de todo mal que persigue al hombre y de las reacciones negativas de la naturaleza, desde ahí se explica la presencia de la cruz en los hogares, en los calvarios (montaña) y el respeto y devoción con que se acercan. 

Otra de las expresiones religiosas que no podemos dejar de mencionar es la fiesta de Todos los santos y de los fieles difuntos donde  se manifiesta con expresiones muy llamativas, la vida de los fieles difuntos en el Reino de los cielos y su permanencia en medio de cada familia.

Es cierto, que no podemos dejar de mencionar que en estas manifestaciones o expresiones religiosas también va ganando espacio la parte negativa y algunas exageraciones.

 Desde la parroquia y como sacerdote,  trato encontrar el origen de estas desviaciones que se van dando y pienso que no se puede echar toda la culpa a ellos sino reconocer también que, muchas veces,  todo esto va pasando por la ausencia de sacerdotes en estos acontecimientos de la religiosidad del pueblo y esto es una realidad que veo a la iglesia local donde pertenezco, muchas veces no porque uno no quiere estar con ellos, sino por la sencilla razón el campo de acción pastoral es bastante amplia y los obreros del Señor pocos, como dice Jesús mismo en los Evangelios.

Salvador Durán Aguilar, 

Sacerdote de la Prelatura de Sicuani (Cusco)