viernes, 7 de octubre de 2022

Hay Providencia

 



 
Junto con otros muchos,  opino que no hay casualidades en nuestra vida. Todo lo que nos ocurre es para nuestro bien y detrás está la mano amorosa de Dios que hace que aun las cosas negativas se transformen en bien para sus hijos.

Esto viene a cuento porque algunas veces esa mano providente de Dios parece que se ve, y es lo que me ha ocurrido a mí hace unos días.

Había un feligrés  que quería hablar conmigo urgentemente. Como saben la hora de la misa  suelen venir un poco antes o un poco después, y así siempre me encuentran. Pues bien,  éste que  me  buscaba para hablar conmigo,  vino bastante después del final de la misa. Yo ya debía estar caminando hacia casa, pero no fue así pues fui a ver a una enferma. Aquella enferma tenía ganas de hablar y la escuché largo rato. Luego le di la comunión y regresé a la iglesia para dejar la a cosas de la comunión y dirigirme a casa.

Al cruzar a pie la calle, pasa ese amigo mío en su coche, desde luego a deshora, y me ve. Encuentra,  muy cerca , un buen aparcamiento y se acerca a la iglesia  a donde yo me dirigía y allí nos saludamos y hablamos.

Quedé dando gracias a Dios que ha tenido una providencia tan descarada para que se realizara este encuentro. Algo parecido me sucedió otras veces y espero que algunos de los lectores también  le hayan ocurrido cosas similares. Le comenté a mi interlocutor que tenía un buen ángel de la guarda, cosa en la que estuvo de acuerdo.

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