en una ocasión una joven entró en la Parroquia y, luego de rezar un poco, se acercó a la sacristía y me dijo:"aquí huele a Dios". Me quedé pensativo a ver que quería decir, hasta que luego de esperar un poco me di cuenta que olía a incienso que ella identificaba como olor a Dios.
Pero ese dicho me hizo pensar en como donde quiera que esté un cristiano debiera poder decirse lo mismo, ya no en el sentido físico del olor a incienso sino en el sentido espiritual del que habla la Biblia del buen olor de Cristo. ¿en donde vivimos o por donde pasamos los demás pueden decir que huele a Dios?