lunes, 21 de noviembre de 2011

exposiciones y evangelización


               
En esta parroquia de Santiago, y desde hace algunos años, hacemos exposiciones una o dos veces al año. Empezamos por poco, con cosas sencillas y luego, visto el bien que se podía hacer, fuimos mejorando en calidad e iniciativas en torno a la misma exposición.
                La primera exposición fue de belenes. En un viaje a una población vecina vimos, en una antigua catedral, una exposición de belenes. Estaba bastante bien y era visitada por grupos de personas y también individualmente. Pregunté como la hacían y me dijeron que le pedían a la gente que llevase  su belén y lo exponían allí. Me pareció muy sencillo y yo pensé.” eso también lo puedo hacer yo”, y dicho y hecho, llegué a la  parroquia y lo anuncié e hicimos la primera exposición de belenes. Vino gente especialmente de la parroquia y en un libro  blanco firmaban y a veces ponían jugosos comentarios.
                Luego vino un año de la Eucaristía para toda la Iglesia y en un documento de sugerencias que se publicó con otros varios,  ponía la sugerencia, entre otras, de hacer  exposiciones y entonces nos planteamos el hacer una exposición sobre la Eucaristía. Me di cuenta que las parroquias tienen muchas cosas valiosas y especialmente sobre esta materia y gracias a lo que nos prestaron y teníamos nosotros  hicimos una bonita exposición. Pero el criterio era no preocuparnos por traer tesoros poco conocidos sino más bien traer cuadros , láminas, tallas, etc que  hicieran entrar por lo ojos la doctrina católica sobre este interesantísimo tema. Con tal motivo pudimos hablar ampliamente sobre la Ss.  Eucaristía, pues cada cosa era explica en relación con la doctrina que dio origen al culto eucarístico.
                Ya después, con la experiencia,  pudimos ir perfeccionado lo anterior. Así empezamos a hacer propaganda en la prensa local y nacional, añadimos conferencias por personas competentes sobre el tema  de la exposición que se estaba haciendo, hicimos también catálogos con fotos y texto que sirvieran  de recordatorio etc.
                Vinieron luego varias exposiciones, una sobre la Ss. Virgen, otra sobre la Biblia, otras sobre los sacramentos, sobre los primeros cristianos, sobre la vida eterna. También hicimos algunas más caseras como fueron sobre los recuerdos de un sacerdote que estuvo en la parroquia y que se cumplían 25 años de su fallecimiento o la conmemorativa de los 40 de la fundación de la parroquia.
                Cuando hicimos la exposición de la Biblia le pregunté a un profesor de Biblia qué podría exponer y él me dio una respuesta para salir del paso pero al mismo tiempo llena de sentido común: “tú expón lo que tengas”. Eso me hizo pensar que yo no podría exponer cosas  muy artísticas o raras, pero en cambio podría competir en  objetos,  cuadros etc. que fueran una buena catequesis y así funcionamos  con bastante eficacia.
                Han colaborado  especialmente las parroquias que  a veces tiene verdaderos tesoros que son catequesis para el pueblo, pero  que como los ven todos los días no les dan importancia, pero al ser pedidas para una exposición comienzan a valorarlas en su justa  medida.
                Los frutos han sido muy buenos. Todos los días viene alguien, a veces grupos numerosos que algún alma buena los mueve y a todos, aunque sea uno solo, se les explica con detalle y ven cosas que antes ni pensaban.
                Algunos jóvenes  hicieron muchas preguntas sobre el Cielo y el Infierno (en la exposición sobre la Vida eterna), pues no habían oído hablar sobre estos temas. Un señor  de mediana edad al terminar de verla hizo este comentario: “voy a empezar a ir a Misa”. En la exposición sobre la Biblia también vinieron protestantes y se alegraron de ver por primera vez la Biblia de Lutero, primera traducción a la lengua vernácula.  Otro en la exposición sobre los sacramentos se sintió conmovido en las explicaciones sobre la confesión y dijo públicamente que hacía años que sólo se confesaba con Dios y nos preguntó el criterio a tener. Sin duda le explicamos lo que dice el catecismo de la Iglesia católica y le  animamos  a ir a la catedral y a  confesarse cuanto antes.
                Al salir de una exposición  de belenes que hacemos todos los años, una persona dijo:” aquí todos los Belenes tienen algo que decir”, y efectivamente buscamos en cada uno el posible mensaje que quiso dar el autor al hacerlo y así  se lo contamos,  pues todos tiene algo peculiar que manifestar.