viernes, 21 de septiembre de 2018

El Camino de Santiago y el matrimonio.

Un peregrino comparó el camino de Santiago al matrimonio. Luego lo contó a otros peregrinos que quedaron impresionados, y lo recordaban con agrado.

Decía que en el camino,  hay momentos de belleza, de grandes confidencias, de gozo,  pero también hay cansancio y a veces ganas de dejarlo.

 Pero, decía, que lo  importante era llegar juntos a la meta. No rendirse. Seguir aunque cueste la vida.

Así, o parecido, es el matrimonio. Se entiende muy  bien la comparación.

Muchas de las peticiones de los peregrinos van por ese tono de pedir por la familia, para que el mutuo amor vaya en aumento: que mi mujer me quiera decía uno, que ese amor nuestro lo aumentemos y  haga ligero el camino, escribía otro.

 Y otro reflexionaba diciendo que nuestro afecto se ha purificado y mejorado a través de las dificultades y de la fraternidad descubierta en tantos  que iban con nosotros o encontrábamos  al lado del camino.

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